(Chile. Noviembre, 2012)
Comparto algunas imágenes de la lectura en la Estación Mapocho (gracias a Jorge López, más conocido como Don Tribi quien estuvo tras el lente. ) Leí poemas de Pertenencias (Caza de Poesía, 2009), un par de textos de Beatificaciones (Ed. Baladí. 2011) y otros más de varios manuscritos, incluyendo Partituras Incompletas (apuntes de música y otras obsesiones), poemario que se supone iba a presentar en la FILSA, pero que por retrasos de la organización del premio 'César Dávila Andrade' de mi país, no se pudo alcanzar a publicarlo a tiempo. De todas formas se cumplió el objetivo. Dialogamos, comentamos, y, de alguna forma, conspiramos. La presentación estuvo a cargo de la escritora chilena Pía Barros. Muchas impresiones que se quedan en mi diario; por lo pronto diré que me gustó muchísimo como se desarrollaron las lecturas, sobre todo la complicidad con el público, con los amigos de antaño, con la melódica que llenó los momentos de silencio entre poema y poema. Sin embargo, lo que me chocó muchísimo fue saber que había un precio que se estaba cobrando por entrar a la FILSA ¡Todo esta privatizado en Chile, qué tristeza! Yo misma tuve que burlar a la seguridad y hacer pasar a mis amigos camuflados para que no pagaran. Ya bastante caros son los libros allá como para que encima se cobre una entrada. Es inaudito. Al menos por mi parte quise hacer contrapeso y al final de mis lecturas regalé poemas. Fue una lectura especial, y como siempre, como si leer fuese una re-escritura, un ejercicio que aprieta tanto el sentimiento, terminé agotada. Salú!
