"Cada
átomo de tu cuerpo proviene de una estrella que estalló. Y, los átomos de tu
mano izquierda, probablemente, proceden de una estrella distinta que los de tu
mano derecha. Es, verdaderamente, lo más poético que sé de la física: estás
hecho, por entero, de polvo de estrellas. No podrías estar aquí si esas
estrellas no hubiesen estallado, porque los elementos —el carbono, el nitrógeno,
el oxígeno, el hierro… todo lo necesario para la evolución y la vida— no fueron
creados desde el principio de los tiempos. Se formaron en la caldera de los núcleos
estelares y el único modo de que llegasen a tu cuerpo es que esas estrellas
tuviesen el detalle de estallar. Así que olvídate de Jesús. Las estrellas
murieron para tú pudieses estar aquí hoy."
(Lawrence
Krauss, físico americano)