
Mario es un realizador zamorano radicado en Madrid que se las ha jugado todas para sacar, de manera independiente, sus dos trabajos: De Cacabelos al Camp Nou (2007) y ODIO (2008). Desde luego, no ha estado sólo. Hay otros responsables de este buen trabajo: su hermano Pablo Crespo y el poeta David Refoyo, en cuyo poemario inédito ODIO, se basa el film.
Yo por mi parte, corroboro mis intuiciones frente a Mario y David. Y quiero agradecerles desde acá por seguir trabajando nuevas propuestas. Porque yo también sé lo que es sacarse la madre con tal de llevar adelante un proyecto en el que le ponemos neuronas, corazón y sudor. Yo también sé lo que es que te falten unos putos dólares para apresurar todo, pero amigos, lo sacaron y el resultado está ahí. Diez minutos dura el corto. Diez minutos para apretar del cuello al espectador y asfixiarlo de apoco, al ritmo del protagonista. Diez minutos para querer despertarlo. Diez minutos para saturarte los ojos de marcas, las que a diario prometen la gloria. Me ha encantado el concepto del corto. Una reflexión sobre la compra y venta de deseos. Me gusta el lenguaje onírico. Sátira y paradoja. Y el final una estocada.
Desde aquí, Mario, David y Pablo. Mi sincero abrazo de una colega que cree que 1 millón de dólares no sirven para maldita la cosa si no hay ideas, pasión, conciencia... es decir un conjunto de cosas que dan como resultado un trabajo digno... como el suyo.
Que ODIO se proyecte por donde más se pueda y que se vengan nuevos proyectos. Seguro los habrá. Salud!
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