domingo, julio 20, 2008

Hoy quiero cantarte, Uberto.

Hoy es el cumpleaños del poeta Uberto Stabile, amigo, compañero y cómplice en la distancia. Pero hoy no me alcanzan las palabras para hablar de él, por eso quiero cantarle. Porque no me bastan las palabras en seco, porque quiero darle un verdadero regalo, uno que sea mío-mío. Quiero entregarme a través de mi voz. Como quien entrega su vida desangrando una estrofa (gestos, garganta profunda, ojos cerrados, mucha fuerza). Sí, hoy tengo ganas de cantarte, Uberto, como aquella vez en la plaza (¿te acuerdas cuando t.p.f. estaba en medio de la gente cantándote, imaginando tu risa, tu mirada transparente, y todo el mundo me miraba extraño?) Sí, quiero cantarte. Cantarte casi gritando. Cantarte por el tiempo que tardamos en re-encontrarnos (y por los próximos re-encuentros). Cantarte porque es julio, porque Frida, porque Ginsberg. Cantarte 49 veces con mis 23 años (¿sabes mi verdadera edad?). Cantarte porque Punta Umbría, porque Lisboa, porque Marruecos (algún día). Cantarte por tu mano sobre la tumba de Cortázar y por la mía sobre la de Bukowski (pronto). Cantarte con Raúl. Cantarte por cada día contado (y descontado). Cantarte por las habitaciones que aún faltan desnudar. Cantarle insistentemente a tu brazo izquierdo. Cantarte El insomnio de los mirlos a las tres de la mañana. Cantarte una de Chavela con tequila en mano. Cantarte por los jeroglíficos, porque sabes leerme entre líneas, porque siempre queda algo por descifrar.

Se te quiere Uberto.
Un beso desde Kitu,
t.p.f.