-El
clown es heredero de las artes escénicas callejeras, el circo y la commedia
dell’ arte. ¿Cómo persiste lo popular del clown dentro de la convención de un
teatro?
-Mucha gente dice que payaso es el que trabaja en la calle y el clown
en el teatro, que es no popular. Esta gente que divide me pondría a mí en el
lugar del clown, pero yo soy payasa. Lo popular persiste en el contacto con el
público. Ahí es dónde reside lo más interesante y distintivo de la técnica del
payaso y que lo vuelve un fenómeno más fuerte. El payaso tiene un puente
construido con el público, sea el ámbito que sea, use o no nariz, sea hombre o mujer.
Al no haber cuarta pared, en ese vínculo entre el payaso y el público entra
todo. Y eso es lo que me enamoró de la técnica y es lo que me parece más
revolucionario.
Fuente: Revista Ñ.
(de la entrevista 'La risa como opción ante el desarraigo'')