photo by Mark. 2012
Madrid, 15 de abril de 2012
¿Dónde
-exactamente- comienza el viaje? Los comienzos son siempre decisivos. Dudo si
situarlo en Madrid o en el aeropuerto de Quito o en la visita al taita Carlos
en las ruinas de Rumichucho o en la cena con mi hermana y mis padres. Retrocedo, entonces, en la
memoria, hasta situarme en algún punto de referencia. Sin embargo, uno tras otro
son pasillos conduciéndome a un lugar sin nombre y sin fecha. Más allá de mi
conciencia, me digo, existe un punto desde el cual me movilizo y seguramente ese fue el inicio. Pero esta escritura es un ritual que viene desde hace muchos
meses, años, siglos, y como tal, siempre me permite la ilusión de un nuevo comienzo.
“Que nuestras únicas certezas sean nuestras dudas” reza un aforismo. Y otro, de
Grahan Green, que dice: “cuando no estamos seguros, estamos vivos”. En efecto,
no hay certezas, y está bien que así sea. Un viaje -si es verdadero- ha de
estar lleno de dudas. He viajado desde hace mucho tiempo, y, sin embargo, es aquí
donde comienzo. Una vez más, extiendo con este trazo las primeras líneas.