…un tal Martin Heidegger. Corrí a la biblioteca. Esa noche empecé con el primer párrafo de Ser y Tiempo. No logré entender ni siquiera la frase más breve y aparentemente más directa. Pero el torbellino ya se había desatado, el presentimiento radical de un mundo absolutamente nuevo para mí. Me propuse intentarlo una vez más. Y otra. Esa es la cuestión. Llamar la atención de un estudiante hacia aquello que en un principio sobrepasa su entendimiento, pero cuya estatura y fascinación le obligan a perseverar en el intento. La simplificación, la nivelación y el aclarado que predominan hoy en día incluso en la más privilegiada educación son criminales. Menoscaban de un modo fatal las capacidades desconocidas que anidan en el interior del individuo.
George Steiner, Errata: el examen de una vida, 1997.