De esta manera, 350.000 trabajadores de 11.562 establecimientos de todo el país fueron a la huelga.
Un Citizen 's Committee (Comité ciudadano) de hombres de negocios se reunía diariamente para planear la estrategia a seguir en Chicago. Hicieron intervenir a la milicia estatal, la policía estaba preparada y el Chicago Maü del 1 de mayo pedía que se vigilase a Albert Parsons y a August Spies, los dirigentes anarquistas de la Asociación Internacional de los Trabajadores "Manténganlos vigilados, considérenlos responsables de cualquier problema que ocurra Si hay algún problema, que sirvan de escarmiento". Bajo el liderazgo de Parsons y Spies, el Sindicato Central Obrero, compuesto de veintidós sindicatos, había adoptado, en otoño de 1885, una acalorada resolución.
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El 3 de mayo, tuvieron lugar una serie de acontecimientos que pondrían a Parsons y a Spies en exactamente la misma posición que el Mail de Chicago había sugerido ("si surge algún problema, hagan un escarmiento de ellos"). Ese día, frente al McCormick Harvester Works, donde huelguistas y simpatizantes se peleaban con los esquiroles, la policía disparó a una muchedumbre de huelguistas, que huían del lugar Hirieron a muchos de ellos y mataron a cuatro. Enfurecido, Spies fue a la imprenta del diario Arbeiter-Zeitung e imprimió una circular en inglés y alemán: " ¡Venganza! ¡Trabajadores, a las armas! Durante años, habéis soportado las más abyectas humillaciones, habéis trabajado hasta la muerte, habéis sacrificado a vuestros hijos al señor de la fábrica, en resumen, habéis sido miserables y obedientes esclavos todos estos años ¿Por qué? ¿Para llenar los cofres de vuestro amo, vago y ladrón, para satisfacer su insaciable avaricia? Cuando ahora les pedís que aminoren vuestra carga, ¡envía a sus policías para que os disparen, para que os maten! ¡Os llamamos a las armas, a las armas!"

Este hecho provocó una agitación internacional. Se hicieron mítines en Francia, Holanda, Rusia, Italia y España. En Londres, George Bernard Shaw, Wilham Morris y Peter Kropotkín, entre otros, apoyaron un mitin de protesta. Shaw había respondido, con su estilo característico, al rechazo de la apelación por parte de los ocho miembros del Tribunal Supremo de Illinois:
"Si el mundial ha de perder a ocho personas, se puede permitir mejor el perder a los ocho miembros del Tribunal Supremo de Illinois". Un año después del juicio, ahorcaron a cuatro de los anarquistas convictos: Albert Parsons, impresor; August Spies, tapicero; Adolph Fischer y George Engel. Louis Lingg, un carpintero de veintiún años, se suicidó en su celda, haciendo que un cartucho de dinamita le explotara en la boca. Tres permanecieron en prisión Las ejecuciones conmocionaron a la gente de todo el país En Chicago, hubo un desfile fúnebre de 25.000 personas.
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- Samuel Fielden (inglés, 39 años, obrero textil condenado a cadena perpetua).
- Oscar Neebe (estadounidense, 36 años, vendedor, condenado a quince años de trabajos forzados).
- Michael Swabb (alemán, 33 años, tipógrafo, condenado a cadena perpetua):
Muerte en la horca
- Georg Engel (alemán, 50 años, tipógrafo).
- Adolf Fischer (alemán, 30 años, periodista):
"Solamente tengo que protestar contra la pena de muerte que me imponen porque no he cometido crimen alguno... pero si he de ser ahorcado por profesar mis ideas anarquistas, por mi amor a la libertad, a la igualdad y a la fraternidad, entonces no tengo inconveniente. Lo digo bien alto: dispongan de mi vida".
- Albert Parsons (estadounidense, 39 años, periodista, esposo de la mexicana Lucy González Parsons aunque se probó que no estuvo presente en el lugar, se entregó para estar con sus compañeros y fue juzgado igualmente):
"El principio fundamental de la anarquía es la abolición del salario y la sustitución del actual sistema industrial y autoritario por un sistema de libre cooperación universal, el único que puede resolver el conflicto que se prepara. La sociedad actual sólo vive por medio de la represión, y nosotros hemos aconsejado una revolución social de los trabajadores contra este sistema de fuerza. Si voy a ser ahorcado por mis ideas anarquistas, está bien: mátenme."
Albert Parsons
- Hessois Auguste Spies (alemán, 31 años, periodista):
"Honorable juez, mi defensa es su propia acusación, mis pretendidos crímenes son su historia. [...] Puede sentenciarme, pero al menos que se sepa que en el estado de Illinois ocho hombres fueron sentenciados por no perder la fe en el último triunfo de la libertad y la justicia
Hessois Auguste Spies
- Louis Linng (alemán, 22 años, carpintero) para no ser ejecutado se suicidó en su propia celda:
"No, no es por un crimen por lo que nos condenan a muerte, es por lo que aquí se ha dicho en todos los tonos: nos condenan a muerte por la anarquía, y puesto que se nos condena por nuestros principios, yo grito bien fuerte: ¡soy anarquista! Los desprecio, desprecio su orden, sus leyes, su fuerza, su autoridad. ¡Ahórquenme!"
Louis Linng