photos by Mark Álvarez. SF
(anacrónica)
Mark dice que San Francisco tiene la fama de tener un buen equipo de bomberos, que estos, según dicen, demoran apenas tres minutos en llegar al lugar del incendio, sea cual sea el sitio. Yo, por mi parte nunca había visto pasar tantos carros de bomberos en un sólo día como en North Beach, y me consta que su velocidad es tal, que a su paso levantan cabellos, hojarascas o cualquier objeto liviano que se halle en el camino. El punto es que jamás había presenciado un incendio en el barrio, hasta hoy. Sucedió ya muy tarde, mientras cenaba con Mark en Volare. Ya casi habíamos terminado cuando empezamos a oler algo quemado, pero de la cocina no salía más que el olor a pasta. El olor venía de afuera. Mark salió inmediatamente, y yo, a través de la ventana, veía como en segundos las cabezas de los curiosos se aglomeraban, todos con sus miradas apuntando a la parte superior del edificio en el que nosotros estábamos. Agarré mi diario, le di un último sorbo al café y salí flechada.
Mark en Acción
Cuando salí vi que toda la humareda provenía, al menos en apariencia, del mismo edificio donde estaba el restaurante, por lo que creímos que a lo mejor se trataba de algún horno, pero el dueño insistía que no. Mientras tanto, no sé cuanto tiempo pasaría desde que alguien llamó, pero antes que los bomberos y que la misma policía, Mark ya estaba en la esquina controlando el tránsito, desviando a los autos para que no entraran en la calle donde se suponía estaba el problema. (Fack, I loved that). Yo también quería, para variar, saber qué mismo pasaba, y a pesar de que justo esa noche me puse los tacones más altos que tengo, corría de un lado a otro como si estuviese descalza, según yo, investigando en dónde se originó el incendio. ;)
exteriores de Volare e Il Polaio
Las brasas cada vez se elevaban más, y ya con la policía y los bomberos en escena, los curiosos tuvimos que tomar distancia por prevención, aunque de rato en rato yo si logré infiltrarme. Dentro de la preocupación, fue gracioso ver algunos rostros conocidos a los que veía rondar por Casa Melissa, otro tipo estaba sentado sobre un hidrante con una hamburguesa en mano, vestía una vermuda que dejaba ver sus tatuajes, le dije que parecía estar muy tranquilo, de hecho hasta estaba comiendo una hamburguesa como si estuviese viendo un film. Me dijo que de hecho era en su apartamento -o el de su vecino- (no le entendí bien), donde había empezado todo, y que por eso lo obligaron a salir "justo cuando se disponía a comer su hamburguesa". Luego acotó "I was fuckin' hungry, por qué iba a dejar de comer?". Dicho y hecho, él se había regresado para agarrar su hamburguesa con todo y plato.
... y así hasta que el incendio cesó, y sólo hasta el siguiente día, en que Mark entró nuevamente a trabajar, supimos a ciencia cierta donde ocurrió el accidente. Fue en uno de los departamentos, como bien lo dijo el tipo de la hamburguesa, atrás del edificio donde estábamos. Mark sacó algunas fotos. Vaya noche. Al menos no hubo heridos.