viernes, octubre 10, 2008

Recital en Durango

Cuando entré al Centro Cultural de Fort Lewis College había jóvenes de diversas nacionalidades. La mayoría de ellos eran nativos americanos. También asistieron Kathy y Byron y algunos profesores como Lourdes, una profesora de Literatura de origen mexicano que me cayó muy bien. Yo estaba un poco preocupada porque había olvidado mi carpeta con todos mis poemas traducidos por Jack, en Phoenix. Le llamé a Aggie y me dijo que me enviarían por e mail, y que le avisaría a Jack en cuanto lo localice (Jack no tiene celular), pero no llegaba mensaje alguno hasta que dos minutos antes de empezar el recital, los poemas llegaron con un mensaje de Jack que me inyectó buena energía... hubiese deseado que él esté ahí, en esa sala en donde la pared estaba cubierta por una princesa inca, por una huipala (bandera de las nacioalidades indígenas-andinas) y habían elementos sudamericanos que me hacían más próxima aún.

Antes de empezar, una de las muchachas intervino para dejar claro los parámetros del proyecto que tienen para el Columbus day o día de la raza. Está claro nuestro firme rechazo a este tipo de fechas en las que "el encuentro" no fue más que una brutal y violenta conquista. A nosotros nadie nos descubrió... ya existíamos y nos descubríamos día a día a través de nuestra propia historia.

Leí todos los poemas del último recital en San Francisco, más otros que Jack había traducido hace poco. La gente escuchaba atenta. Tenía temor de que no se me entendiera bien pues habían palabras nuevas para mí y era la primera vez que las leía, y eso desde luego baja intensidad, creo, y me gusta leer sin preocuparme de ese tipo de detalles. De todas formas disfruté del lugar y de la gente. Cuando acabé mi intervención, noté que algo se había movido adentro de ellos. En adelante, cada uno empezó a hacerme preguntas y fue genial. Mezaclamos poesía, historia, resistencia. Casi diría que algo se apoderó de mi lengua porque pude hablar en inglés todas aquellas enseñanzas que un día muchos sabios me las dieron. Les dije que hay dos bandos... los que están despiertos y los que duermen, y que nuestros caminos llámese arte, música, educación... todos pueden ayudarnos a despertar a aquellos que no son capaces de abrir los ojos.