Estoy muy contenta de que el Premio FIL (Festival Internacional del Libro) de Literatura y Lenguas Romances se lo hayan otorgado este año al escritor Fernando Vallejo, quien una vez más dejó ver su lucidez y coherencia en un provocador discurso en el que de manera sencilla y amena disparó verdades sin importarle herir la susceptibilidad de nadie. El escritor de origen colombiano recibió la cantidad de 150 mil dólares, los mismos que decidió donar en su totalidad a dos instituciones benéficas de cuidado de animales en Xalapa y el DF, México. Comparto el discurso íntegro, por lo que podrán escuchar momentos tan agradables como aquellos en que, critica al PRI (Partido Revolucionario Institucional), con frases como la siguiente: "Cuando tomo dinero, me tengo que lavar las manos. Eso de la lavada de las manos que tengo es desde la infancia. Cada que cogíamos una moneda mi mamá me decía: 'vayáse a lavar las manos mijo que cogió plata'. Así fuimos educados. Puros pobres. Me hubieran educado en la escuela del PRI, yo ya estuviera millonario". Luego de ello, el Alcalde, militante justamente del PRI, abandonó la sala, pero Vallejo, en medio de aplausos y ovaciones, continuó.
¡A su salú!