martes, noviembre 01, 2011

Yellow man

con Yellow man en Caffe Trieste. 
 photo by Mark Alvarez. sept. 2011

Se viven los días más calientes del año en San Francisco. Como si el otoño hubiese decidido empezar travestido de verano. El sol invita a todos a una cerveza helada. Mark me presenta a 'yellow man', otro gran personaje de North Beach, desde hace años decidió teñir su vida en amarillo. Ropa, muebles, instrumentos, porque además 'yellow man' es todo un percusionista que crea y recrea sus propios instrumentos. -¿Por qué de amarillo? le pregunto. Y él me cuenta que hace mucho tiempo todo en su closet era negro. Incluso llevaba por años una camiseta Harley Davidson. -Todo era negro, dice. Hasta que se dio cuenta de que no era un miembro de la Suprema Corte, ni era Johnny Cash ni tampoco me había muerto todavía, así que era un poco deprimente. Ahora me siento mucho más libre porque es un color que me gusta y me llena de vida, y sobre todo nadie me obliga a vestirme así, por lo que además para mí el amarillo es como llevar mi propia bandera de libertad. Luego deja la invitación abierta a su casa, que queda justo arriba de Moe's, a pocos pasos del Café. Mientras tanto, Crazy Roy, Riri y Momo bailan, gritan, ríen y declaman en la esquina de Trieste. Yo leo. Escribo. Beso a mi hombre. Soy feliz.