viernes, julio 29, 2011

August Landmesser: el hombre que se negó a saludar a Hitler


Lo admiro. Su valentía, dignidad e irreverencia no fueron dirigidas a un tipo cualquiera que buscaba bronca en el barrio, sino al mismísimo Fürer Adolf Hitler. La primera vez que vi esta fotografía sentí una emoción tremenda, un orgullo como si hubiese sido un hermano, un camarada, un amigo. August Landmesser es un nombre que casi nadie reconoce, y sin embargo esa fotografía lo inmortalizó por el coraje que tuvo aquella mañana de 1936, en la botadura del velero (hoy Barco Escuela) de la marina alemana Horst Wessel. Ese día Hitler estaba presente en Hamburgo, cuando August, quién ya tenía problemas con la justicia, se negó a saludarlo, y mientras la multitud levantaba el brazo derecho casi robotizado, él los cruzó como muestra de rechazo al régimen. 


¿Pero qué hacía allí August Landmesser? Pues bien, era un trabajador de los astilleros que en 1938 fue hecho prisionero por la Gestapo, que lo condenó por la “Rassenschande” Artículo 2 de la Ley para la Protección de la Sangre Alemana y el Honor. Más claro: fue acusado de "deshonra a la sangre", ya que August se había enamorado y casado con una mujer judía. Su gran pecado fue amar. Landmesser fue finalmente condenado a dos años y medio de trabajos forzados en el campo de concentración Börgermoor. Su mujer en cambio fue hecha prisionera y obligada a trabajos forzados hasta que murió. Antes de ellos, fruto de su matrimonio nacieron dos niñas. Una de ellas, muchos años más tarde, fue la que reconoció la foto de su padre en un periódico.