"Durante semanas no escribo nada. Meses, años. Pero de repente, otra vez hay algo. Entonces miro en el cajón, en mi cofrecillo de joyas. La verdad es que no hago otra cosa, abro una cajita fuerte, y ahí hay otra vez un manuscrito. De algún modo ha vuelto a crecer algo. Mientras la gente corretea por ahí tan contenta, escribir sobre ella no tiene interés. ¿Qué se puede escribir? Sobre todo, porque de todas maneras no es verdad lo que se escribe sobre nadie. Da igual que se escriba con mucha autenticidad la verdad sobre alguien o que se crea hacerlo, en cualquier caso será radicalmente falso. Al fin y al cabo, se trata sólo de la visión de uno, en el estado de ánimo en que escribe. Que media hora más tarde puede ser completamente distinto. Y luego viene además el que lo lee, que lo ve de una forma totalmente distinta."
(Del libro ‘Conversaciones con Thomas Bernhard’, de KURT HOFMANN. Ed. Anagrama, 1991. Traducción de Miguel Sáenz)