EL ZAPATO
He dado mi corazón a una mujer barata.
Se me pudría en las manos. ¿Quién lo habría querido?
En la basura un zapato viejo
produce el mismo efecto que un tesoro perdido.
Todas las muchachas finas que rondan a mi lado
no han tenido la virtud de darme el consuelo
que da un abrazo ya que el hombre no llora
por los ojos, llora por el sexo y es amargo llorar solo.
Quiero que lo sepan bien parientes y amigas:
Josep Palau no es un ángel ni un niño modelo.
Si tenían de mí una imagen bonita
ahora yo les ofrezco una bien fiel.
No quiero más ficciones en torno a la vida
aquella mascarada ha durado demasiado
Como os angustia que os muestre la herida,
por eso dejo aún el zapato en el estiércol.
(De su libro "Poemes de l'Alquimista")