Arizona. 2011
photo by Rocío Coronado
Continuamos por la carretera. Ahora mismo estamos atravesando el desierto Mojave. Desde la ventana observo el valle y cómo la vegetación cambia en tramos más cortos. Ahora el desierto se vuelve plano y los cactus aparecen como los únicos habitantes visibles de la zona. Pero también hay otras especies como el árbol de Josué (Joshua's tree), que crece casi exclusivamente sólo en este lugar, de hecho hay un Parque Nacional que lleva su nombre. Al cabo de un rato aparecen unas casitas muy básicas en medio de la aridez. Otras son casas móviles tipo furgonetas. Más adelante pasamos por una especie de ranchito, donde se venden algunos objetos alusivos al desierto y un Café fantasmagórico. Los letreros son cada vez más distantes entre sí, y lo particular es que la mayoría son en español (Palo alto, Lomita, Las cruces, etc.), y es lógico, este territorio alguna vez fue mexicano. Pienso entonces en los muertos del desierto, en las ánimas que ahora se confunden entre el viento. Salgo, respiro, grito ¡Zapata!.... esa es mi reverencia.
