domingo, mayo 22, 2011

Días Bizarros

 self-portrait. SF. 2011

Hay un lapso que me es difícil escribir en este diario. No tiene que ver con San Francisco directamente. Y que tampoco lo haré porque ya no sé si en verdad todo existió. Sin embargo estos últimos días he detallado mi incertidumbre a lo largo de las páginas, y desde luego no lo publicaré ni en mi blog ni en ningún lado. Y si este diario (que paradójicamente se llama "le rêve" que en francés significa "el sueño") llega publicarse algún día, entonces se sabrá lo que en verdad sucedió y cómo yo me siento al respecto. Sin embargo ahí quedan las cartas y los planes y los meses y los nombres de pueblos a los que iba a re correr en un futuro no muy lejano. Y sin embargo el silencio. Y sin embargo un hombre lejano que fue un espejismo. Y sin embargo todo este remolino de pensamientos y sentimientos que me atacan por todo el cuerpo como picos de pájaros desquiciados. Yo estaba decidida a varias cosas. Juro que lo estaba. Juro que quería sonreír. Y sin embargo el tablero se cayó y nadie me dijo que las piezas eran de arena. Camino descalza sobre los vidrios de un ventana enorme que alguien rompió desde muy lejos. Y sin embargo el pasado y el karma y toda esas mierdas con las que uno se rompe la cabeza. Y con las que uno se cuestiona si hubiese sido mejor  de este modo o del otro, o del otro, o del otro, o del otro.... Pero nunca se sabrá. Todas las posibilidades se pudren cuando no se las lleva a cabo. Y sin embargo el dolor como pretexto para hacerse más fuerte. Todo lo que sentí fue sincero. Estúpida Ariadna de Naxos, reproducida en mí, abandonada en mí. Soñar en grande para nada.