Hoy en la mañana recordé lo que mi querido Muddy Waters dijo alguna vez sobre un 25 de diciembre: Me levanté una mañana de Navidad y no teníamos nada para comer. No teníamos una manzana, no teníamos una naranja, no teníamos un pastel… no teníamos nada. Me acordé de ello cuando me dirigía a la cocina a prepararle el desayuno a Jessica, la niña que desde ayer se ganó un espacio en mi corazón. Se lo preparé escuchando un blues y como si en ese desayuno también le hubiese compensado a Waters. Ambas disfrutamos de la comida acompañadas de buena música.
Sin embargo, en mi caso, celebro el nacimiento de Jesús como un tipo genial. Anacrónico, visionario, valiente, frontal, equitativo, arriesgado. Jesús fue un gran crítico de los poderes políticos de su tiempo ya que “los jefes de las naciones oprimen y explotan a sus pueblos, pero entre ustedes no puede ser así, sino que el mayor entre ustedes sea como el que sirva”. Por esto se rehusaba en absoluto a ser nombrado rey y calificaba de “raposa insignificante” al soberano Herodes, lacayo de los romanos y dictador despiadado.
Ill have a blue christmas without you
Ill be so blue just thinking about you
Decorations of red on a green christmas tree
Wont be the same dear, if youre not here with me
And when those blue snowflakes start falling
Thats when those blue memories start calling
Youll be doin all right, with your christmas of white
But Ill have a blue, blue blue blue christmas
(instrumental break)
Youll be doin all right, with your christmas of white,
But Ill have a blue, blue christmas