viernes, noviembre 26, 2010

Dos consejos- Friedrich Nietzsche


No os conozco a vosotros hombres: esa es la obscuridad y el consuelo que a menudo me envuelve. 
Yo me siento al paso de todos los pícaros, y pregunto: ¿Quién quiere engañarme?
Mi primera cordura humana es dejarme engañar para no verme obligado a estar en guardia contra los engañadores.
¡Ay! si yo estuviese en guardia ante el hombre, ¡cómo podría ser el hombre un áncora para mi barco! ¡Fácilmente me vería arrastrado a lo lejos!
No precaverme: tal es la providencia que preside a mi destino. 
Y el que no quiera morir de sed entre los hombres debe aprender a beber en todos los vasos, y el que quiera permanecer puro entre los hombres debe aprender a lavarse en agua sucia.

(Así hablaba Zaratustra)