Encefalógrafo es una revista cultural, en formato electrónico, dividida al momento en tres secciones: Apocalípsis ahora (cine), Preferiría no hacerlo (literatura) y Quadrophenia (música), cuyos artículos podrían leerse como pequeñas radiografías (en honor al nombre que la denomina), o breves guías para el lector en su recorrido por los respectivos géneros.
Diego Yépez me invitó a colaborar con la revista, y gustosa me embarqué en ella. Según Diego, "Encefalógrafo es una herramienta de reflexión, cuya prioridad es seleccionar, excluyendo la patraña del prejuicio y afinando el sentido histórico, elementos culturales que propicien el fortalecimiento cognitivo y la erudición dionisíaca. Además es un homenaje al pathos independiente, fenómeno de aprendizaje que eclosiona fuera de la directriz académica."
Hace poco Encefalógrafo publicó mi primer artículo: Aviso a los civilizados, una aproximación al libro homónimo del poeta y escritor español Leopoldo María Panero (Madrid, 1948), quien, con estos ensayos, una vez más revela la lucida locura de su palabra.
Dejo la puerta abierta.
(fragmento)
Dejo la puerta abierta.
(fragmento)
"En Aviso a los civilizados Panero evidencia el miedo colectivo a descubrir el mundo instintivo, que hace desplazar en “otro” individuo lo que en sí mismo perturba. Lo que la sociedad forcluye (Lacan) es la animalidad, nunca perdida, y que vuelve cíclicamente. El loco y el primitivo son lo mismo. Pero en las tribus no existen psiquiatras, que para el autor no son más que detectives, puesto que su interrogatorio utiliza las mismas técnicas que el policial (Foucault). El psiquiatra piensa, infaliblemente, que su víctima miente. Pero la verdad, como en la tragedia griega, es el fin de la obra. No hay una realidad única, hay una realidad polivalente. El principio de relatividad cultural.
Yo no sé qué pueda ser la locura, repite Panero –indirectamente- en estos ensayos poéticos. Tal vez una defensa para seguir soñando. O quizá el derecho a la fantasía. Pues la locura, como dice Blake, conduce a la sabiduría. En definitiva, este libro nos avisa -a civilizados y no- que lo más probable es que el ‘homo normalis’, como lo llamaba Wilhem Reich, sea el verdadero loco." (leer texto completo)