The Venetian, dicen, combinado con el centro de convenciones Sands Expo y The Palazzo, es el complejo de hotel más grande del mundo. Más de 7.000 habitaciones y suites. Una locura. Casinos, teatros, restaurantes, tiendas (incluyendo una de antigüedades en la que Michel Jackson era cliente frecuente), góndolas y hasta un museo de cera. Y desde luego las reproducciones: La Torre del Reloj de la plaza de San Marcos, de finales del XV, así como los dos leones de 1722 instalados en la Piazzeta aneja, el puente Riolte construido por Antonio Ponte (1592) en el Gran Canal, etc, etc, etc.
Todo deslumbra. Todo asfixia. Ríos de gente caminan a un mismo ritmo, un ritmo acelerado, unificado, como si fuesen extras de una gran película de la que no se han enterado. Yo freno en seco. Y me detengo en medio de la tarde. De todo lo que desde este enorme balcón alcanzo a ver, definitivamente me quedo con el sol.
