“Te queda todo por aprender, todo lo que no se aprende: la soledad, la indiferencia, la paciencia, el silencio. Debes desacostumbrarte de todo.
Estás solo, y porque estás solo no debes mirar la hora jamás, no debes contar los minutos jamás.
Debes olvidarte de esperar, de emprender, de lograr, de perseverar.
Olvidas que has aprendido a olvidar, que te forzaste, un día, al olvido.
Estás solo. Aprendes a caminar como un hombre solo, a pasear, a deambular, a ver sin mirar, a mirar sin ver. Aprendes la transparencia, la inmovilidad, la inexistencia. Aprendes a ser una sombra y a mirar a los hombres como si fueran piedras”.
Estás solo. Aprendes a caminar como un hombre solo, a pasear, a deambular, a ver sin mirar, a mirar sin ver. Aprendes la transparencia, la inmovilidad, la inexistencia. Aprendes a ser una sombra y a mirar a los hombres como si fueran piedras”.
Georges Perec, Un hombre que duerme.