Bebo café con Mark y con la reencarnación del poeta árabe Abdul Alhazred, hablando sobre el Necronomicón (El libro de los nombres muertos). Lovecraft nos mira desde la puerta y grita "¡Neti! ¡Neti! La verdad no es esto ni aquello". Luego cierra los ojos y se mata de la risa.
HERIDA QUE SUPURA, RUTA QUE GRITA por JUANJO QUIÑONES
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Hay cuadros que no se cuelgan: se escuchan.
Este no pide silencio, pide atención.
Es una cartografía del desgarro,
una ciudad interior trazada con gritos...
Hace 7 horas