Jessi, Alan, Leon, Mark, Stephen
by CBC. Caffe Trieste, SF 2011
Esta es una de las cosas que más extrañaba de mi barrio. Mis cafés junto a Mark y los demás personajes de North Beach. Es cierto que con frecuencia me agarran mis ataques de misantropía o paranoia y prefiero quedarme en mi habitación, leyendo o escribiendo, o recorrer con Mark nuestras rutas de cafés y librerías de la ciudad. Pero hay noches como esta en la que me fascina verlos a todos juntos en acción. Hoy están muchos de ellos conversando y encontrándole como siempre la quinta pata al gato a cualquier tema. Yo también participo en esas conversaciones, pero de rato en rato brinco a mi mesita del fondo y me pongo a escribir. Mark siempre está pendiente de reservarla para mí, esperando que alguien se levante y entonces me llama para que yo la ocupe tranquilamente. Esta vez quiso acompañarme, pero le dije que sería bueno que conversara un rato con ellos. Lo cierto es que a veces disfruto mucho con sólo mirarlo, me encanta verlo debatir, exponer sus ideas, revertir opiniones, desarmar teorías. Los otros llegan cargados con argumentos, pero Mark les hace jaque con ejemplos y anécdotas, además lanza autores que en ese momento recuerda, y también se pone a investigar in situ para citar con más precisión de ser necesario. Veo que Stuart y el rabino abren la puerta, así que seguro la conversación se extenderá un buen rato. Mark se levanta y pide otro café, para él y para mí. Yo sonrío, y me da gusto saber que la noche apenas empieza.