Sigo recorriendo Las Vegas. La misma Ciudad Pecado en la Hunter Thompson sintió 'Miedo y Asco' y en la que supo gozar a su manera. Cientos de novios improvisados se casan a media noche en alguna capilla al ritmo de rock n' roll, y otros miles venden su alma al diablo deslumbrados por las luces de neón, a cambio de monedas que van alimentando las máquinas que prometen fortuna en los casinos. Elvis me saluda en cada esquina, enciendo una sonrisa, me bebo mi whisky ... y tengo la dicha de brindar junto a mi familia.
HERIDA QUE SUPURA, RUTA QUE GRITA por JUANJO QUIÑONES
-
Hay cuadros que no se cuelgan: se escuchan.
Este no pide silencio, pide atención.
Es una cartografía del desgarro,
una ciudad interior trazada con gritos...
Hace 4 horas