DO NOT ENTER
by C B C
Fountain Hills, Arizona, 2008
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Aprovecho la fecha (Día Internacional de los Trabajadores) para pronunciar mi rechazo frente a la estúpida ley SB 1070, aprobada en el Estado de Arizona y promulgada por la gobernadora Jan Brewer. Un inaudito proyecto que criminaliza a nivel estatal a todo indocumentado, permitiendo a las autoridades policiales detener a cualquier persona que, por su aspecto físico o lengua, sea sospechosa de ser inmigrante sin papeles. Una ley evidentemente racista; y, aunque ya se hablan de enmiendas en ese punto, mucho me temo que a la hora de la hora será igual. Lo digo porque ya hace casi dos años de lo que realicé un largo viaje por el suroeste de Estados Unidos, y fue precisamente Arizona, una de mis primeras paradas, donde por accidente perdí absolutamente todos mis documentos (visa, pasaporte, ID, etc... ), y entonces muchos me advirtieron en seguida lo que en ese Estado implicaba andar sin papeles, más aún cuando en el alguacil que rondaba el barrio era Joe Arpaio, conocido por su abuso de poder e intimidación a inmigrantes latinos. Mi caso era distinto, yo andaba de nómada y al final logré recuperar mis papeles, pero mientras tanto algunos migrantes trabajadores me contaban sus historias de persecución -incluso los que eran legales- y a las intimidaciones y abusos que eran sometidos.
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44.000 personas integran la comunidad latina en EE.UU., la primera minoría del país. Y sólo en Arizona habitan cerca de 10.000 ecuatorianos. No justifico a aquellos inmigrantes, sea cual sea su procedencia, que aprovechan su entrada en un nuevo territorio para cometer crímenes y fechorías; también es cierto que mucha culpa tienen los Gobiernos que han propiciado salidas masivas por su ineficacia a la hora de resolver sus propios problemas sin poder ofrecer soluciones reales a sus ciudadanos. Pero también es cierto que no por ello se puede acusar de criminales a gente íntegra y honrada cuyo único delito es luchar por una vida más digna y un futuro mejor para ellos y los suyos.
