
Stephen Crane en Grecia en 1897
.
Esta madrugada me llevé una grata sorpresa. En el blog de Daniel Romero encontré un enlace que me permitió descargar la poesía completa, y en edición bilingüe, del estadounidense Stephen Crane (1871 - 1900), del que apenas tenía referencias por los cuentos que había leído, pero que hoy me enganchó como poeta. Crane me ha resultado sumamente interesante. Y es evidente la influencia que en muchos de sus poemas tuvo los conflictos bélicos que él tuvo que cubrir como reportero de guerra. En su sencillez, Crane nos entrega un universo poético rico en imágenes de una fuerza brutal.
.
En cuanto a la traducción de Dani, creo que está muy bien manejada. No sacrifica ni ritmo ni contenido. Siento curiosidad de saber cómo y por qué se animó a elaborar este bello trabajo que hoy nos entrega gratuitamente, ya que desde la maquetación ha sido diseñada por él. Un trabajito que muy pocos se pueden encargar así, por las puras. Dani debió sentir el tremor de esas voces, en ocasiones sórdidas e infernales, que emergen de la poesía de Crane; y quiso abrirnos la puerta para entregárnoslo en nuestra lengua.
.
Dejo tres poemitas como una pequeña muestra, y al final el enlace donde pueden descargarlo.
.
Aunque ya mencioné que la edición bilingüe se puede descargar gratuitamente, existe un botoncito opcional para los que deseen donar alguna cantidad por el trabajo. O como él mismo Dani dice: "Las descargas son gratuitas, pero si las encuentras interesantes, puedes considerar la posibilidad de invitarme a una cerveza". Yo, como no tengo tarjeta de crédito o cosa que se le parezca, no puedo emitir cantidad alguna. Pero la cerveza, Dani, si nos llegamos a encontrar, tenlo por seguro que te la invito. ¡Salud!
.
IV
.
Sí, tengo mil lenguas
y novecientas noventa y nueve mienten.
Aunque me esfuerzo por usar la otra,
no hará ninguna melodía a mi antojo,
sino que está muerta en mi boca.
.
.
IX
.
Estaba de pie sobre un lugar alto
y vi, debajo, muchos demonios
corriendo, saltando
y embriagándose en el pecado.
Uno miró hacia arriba, sonriendo,
y dijo: "¡Camarada! ¡Hermano!".
.
.
XVII
.
Habían mucho que iban apiñados en procesión
no sabían adónde;
pero, en cualquier caso, él éxito o la calamidad
los esperaría a todos en igualdad.
.
Hubo uno que buscó un nuevo camino.
Se internó en terribles espesuras,
y finalmente murió así, solo;
pero dijeron que tenía valor.
.
Stephen Crane, Poesía Completa, ed. bilingüe.
Traducción: Daniel Romero, 2010.