lunes, mayo 10, 2010

Anais Nïn - fragmento de diario

Anais Nïn y Henry Miller
.
Estos día me siento profundamente sincera. Más seria que nunca, más contenta, más humana. No escribo. Mi imaginación pasa por un momento de reposo. Siempre atormentada, sí, por fantasmas, pero están relativamente dominados. Mis sentimientos. Mis sentimientos son más fuertes, más tiránicos. Soy presa de ellos. Salen a la superficie, explotan. Menos control. Pero un fluir maravilloso. en resumen, tanto lo normal como lo anormal son fuertes. Siento la vida y siento el sueño, ambos absolutamente.
.
Ciclos neuróticos; pero la conciencia me mantiene a flote. Cuánto me cuesta mantenerme a flote y alegre. Henry me da una carta y mis dedos tiemblan cuando me dispongo a cogerla, porque temo que contenga una de esas frases que me ahogan, que me causan una herida insignificante, un rasguño, tan doloroso para mí. Temo su visión magnificadora. Soy tan feliz cuando acaba la tarde y no me ha herido. Entonces me pregunto si he sido yo quien le ha causado daño.
.
Anais Nin, Incesto. Ed. Siruela, España, 1995