martes, marzo 17, 2009

Santana y su guitarra hicieron vibrar a Kitu

(fotografía tomada de El Comercio)
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Qué puedo decir del concierto del sábado sino que lo gocé al máximo. Canté, bailé y vibré con cada sonido que mi tocayo hizo estallar con su guitarra (o mejor dicho con sus guitarras, pues el legendario guitarrista utilizó al menos tres duranté el show). Don Carlitos Santana tocó alrededor de dos horas y media, al más puro ritmo de rock, jazz, blues y ritmos afro latinos. Fui en compañía de dos amigos de mi grupo de danza, dos ñaños tullpus: Wilo y Karla, quienes a su vez fueron con un grupo más grande. Antes de ingresar: dos shots de tequila y mi cámara al bolsillo. Adentro: el Coliseo Rumiñahui a reventar.

Junto a mis ñaños tullpu
Yo y Karlita Sierra

A la espera de don Carlitos en las gradas de General
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El show empezó a la hora prevista. Abrió el espectáculo Prime Ministers un nuevo grupo ecuatoriano de rock, cuyo disco ha sido mezclado y masterizado por Randy Staub y George Marino, técnicos que han trabajado con Metallica, AC/DC y Kiss, entre otros. Luego de media hora se apagaron las luces y la banda de Santana empezó a ubicarse en el escenario. Bongos, bajos, teclado, maracas y hasta panderetas... todo listo, hasta que en medio de ellos saltó a la pista Carlitos, con un saco otavaleño de tonos verdes y un sombrero de paja toquilla. La pista se iluminó. Y mientras Santana y compañía empezaron a tocar, atrás, en una pantalla gigante, se proyectaban imágenes de aquel histórico concierto en Nueva York: Woodstock 69, aquel magno evento en plena época del "paz y amor", en el que Carlitos debutó junto a su Blues Band, y en el que compartió cartelera con artistas de la talla de Jimi Hendrix, Janis Joplin, Joan Baez, Grateful Death, Crosby, Joe Cocker, entre otros. La sensación fue brutal. Los sonidos transmitían mucha fuerza y las imágenes -que mostraban a un Santana veinteañero- me transportaron en el tiempo y me hicieron imaginar toda esa atmósfera demencial de aquellos años en los que yo aún estaba lejos de nacer.
Santana en Woodstock 69
Luego de sus primeras canciones, el artista de origen mexicano tomó el micrófono y dijo: "Sentimos un placer, un encanto, una maravilla al estar aquí en el centro del mundo. Sentimos un espíritu muy fuerte, muy puro, ofrecemos el corazón a ustedes y a Dios". Luego arrancó nuevamente con esa fuerza que lo caracteriza y tocó canciones como Samba pa´ti, María María, Black Magic Woman, Yaleo, entre otras. El ritmo que mantuvo el concierto fue genial. Era una especie de vaivén; íbamos de la euforia a la calma, una experiencia totalmente catártica. Por instantes yo prefería cerrar los ojos para fundirme con la música. Hubo momentos de solos tanto de Santana como de sus tremendos músicos, lapsos en los que el saxofón, el teclado y la percusión hicieron gala en solitario.

Más adelante, Santana tocó otros temas como Oye como va, África en América, Smooth, Corazón espinado, Dame tu amor, Jingo, etc. Si bien el tiempo ha pasado y no era Nueva York del 69 sino Kitu del 2009, y si no era Woodstock sino el Rumiñahui, y si bien Santana ya no tenía veintitantos sino 61, y aunque haya gente que de pronto pueda criticarlo porque su carrera tomó un rumbo más comercial, he de decir que a mí su música y su concierto me han dejado más que satisfecha; porque digan lo que digan el señor Carlos Santana es una leyenda viva de las cuerdas, alumno de otro grande, también latino: Javier Batiz y heredero de sonidos negros de sus admirados John Lee Hooker y T- Bone Walker, además de todos los ritmos afro latinos y precolombinos que le han dado esa distinción en cuanto a sonido. Santana es una leyenda, sí señor, y eso no se lo quita nadie.
"Oye como va... mi ritmo, bueno pa´gozar, mulata"

No pude colocar un vídeo, pero para verlo en un toquesito más latino, pisar firme aquí. Que lo disfruten...