Hoy, Lawrence Ferlinghetti (N.Y. 1919), poeta, editor, pintor, libertario y co-fundador de la legendaria librería City Ligths Books, abierta en 1953, cumple 90 años. Como algunos saben, hace varios meses tuve el placer de conocerlo en San Francisco, específicamente en casa de Jack Hirschman y Agneta Falk, quienes organizaron una pequeña cena exclusivamente para presentarnos a los dos. Ese día lo llevo grabado en mi memoria como uno de aquellos en los que las sorpresas no paraban. Compartimos poesía, música, historia, y no me defraudó en absoulto. Ferlinghetti es un tipo sencillo, nada pretencioso. Un tipo espontáneo y sin pelos en la lengua. Conocer a Lawrence fue extraño y maravilloso; extraño porque se trataba de alguien de quien sabía de antemano tantas cosas, y sobretodo que fue parte fundamental de un movimiento que marcó una época dentro de las letras y la insurgencia hace ya varias décadas y verlo que sigue así, con la misma convicción, fue gratificante. Claro que Lawrence solía decirme que antes que llamar a su poesía "beat poetry", él prefiere llamarla "wide-open poetry", como en alguna ocasión el mismo Pablo Neruda se lo dijo.
Lawrence y Jack
Hace poco me llegó un correo en el que se me informaba de un homenaje por su cumpleaños, que sus amigos le harán esta noche en la City Ligths, librería a la que yo solía vistiar a diario, sola o junto a Jack o Mark; y aquella que en su momento fue el centro de actividades de la beat generation, donde Allen Ginsberg leyó su conocido "Aullido", y por el que Ferlinghetti fue arrestado, ya que al ser el responsable del lugar se le acusó de obsenidad, entre otras cosas.
Esta noche seguro se reunirán otros buenos amigos, incluyendo a los poetas Jack Hirschman, Aggie Falk, Csaba Polony, Neeli Chercovski (quien además de ser el biógrafo de Bukowski, ha sido también biógrafo de Lawrence), y seguro aullarán desde las esquinas de mi querido North Beach: Rexroth, Kerouac, Ginsberg, Corso, Bourroughs, McLure, Koufman, y demás hijos salvajes de Whitman. 

Last Gathering of the Beat Generation Poets and Artists, outside City Lights Bookstore. San Francisco, December 5, 1965. By Larry Keenan
.
S.F.
Yo por ahora estoy en Imbabura, con un paisaje imponente visto desde una cabañita de madera, chimenea, café caliente y unos cuantos libros pendientes de leer. Afuera, en el Lago San Pablo, decenas de patos cantan y el Volcán me escolta, mientras la niebla lo circunda. He salido al pueblo para enviarle a Lawrence, desde acá, mi abrazo sincero y toda la fuerza de los Andes, por la que él tanto sintió interés, y por la que siempre me preguntaba algo. Hoy el poeta cumple 90 años. Y yo brindo porque haya Lawrence para rato. Que así sea.
¡A tu salud, compañero!
.
Un Coney Island de la mente
.
En las grandes escenas de Goya nos parece que vemos
los pueblos del mundo
exactamente en el momento en que
por primera vez alcanzaron el título de “humanidad sufriente”
Se retuercen en la página
con una verdadera furia de adversidad
amontonados
gimiendo con bebés y bayonetas
bajo cielos de cemento
en un paisaje abstracto de palos secos
estatuas dobladas alas de murciélagos y picos
horcas resbalosas
cadáveres y gallos carnívoros
y todos los rugientes monstruos finales de la
“imaginación del desastre” son tan sangrientamente reales
es como si todavía existieran realmente
y existen
sólo el paisaje ha cambiado
todavía están alineados en las carreteras
plagadas de legionarios
falsos molinos de viento y gallos dementes
son la misma gente
solo que más lejos del hogar
en autopistas de cincuenta
carriles en un continente concreto
intercalado de blandos
anuncios representando imbéciles ilusiones de
felicidad la escena tiene menos cureñas
pero más ciudadanos inválidos
en automóviles pintados
y llevan placas extrañas
y motores
que devoran Norteamérica.