lunes, marzo 30, 2009

Foto freaky para Vicente Muñoz Álvarez

Junto a uno de los primeros hombre lobo, creado por el director y guionista japonés Tomoo Haraguchi.
San Sebastián. Donostia.

De vuelta en Kitu. Recargada con todo lo bueno que la Provincia de los Lagos siempre me da. Días inolvidables en la cabañita y fuera de ella. Sol, neblina, contrastes. Todavía llevo el humo del palo santo sobre mis ropas, el calorcito del fuego nuevo, la danza, los paisajes del norte, la gente que encontré en el camino (conocí un hombrecito vía a Otavalo, al pie de la carretera, con un pequeño negocio de comida: fritada, choclos, papas. Y por esas cosas terminó contándome su vida, y resultó que era curandero. Don Segundo me mostró algunos de sus secretos, sus aguas, sus plumas, sus piedras), y la satisfacción de haber leído un par de libros que me llegaron hace unas semanas desde León, España, reservados para un momento así, y de haber releído un poemario que me llegó hace algún tiempillo desde Mallorca, cuyo autor, confieso, tampoco quise dejarlo en casa, así que lo metí en mi maleta... y también me lo llevé de viaje.

Al calor de la chimenea, con tres libros de palabras combustibles, de las que me gustan

El punto es que uno de los escritores es Vicente Muñoz Álvarez, my dear V. colega-amigo-compañero-caminante-visionario-, quien estuvo de cumpleaños el pasado viernes. Yo no lo sabía. Pero ahora que regreso a casa me entero de aquello y recuerdo de inmediato algo que guardé hace tiempo para dárselo, pues fue pensado en él desde un inicio. Se trata de la fotografía que encabeza este post. Foto que me la saqué en San Sebastián, Donostia, y cuyo responsable detrás del lente es otro gran tipo y artista: Iñaki Estévez Muñiz. La foto fue tomada en una exposición sobre cine y efectos especiales muy interesante (mi llegada a Donostia coincidió con la semana del cine fantástico y de terror). Todo giraba en torno a la creación de Tomoo Haraguchi, director y especialista en efectos especiales de maquillaje japonés. Monstruos, máscaras, cabezas… y uno de los primeros hombres lobo del fantástico nipón –creado para su película Werewolf Warrior / Bakko yokaiden. Kibakichi (2003). Habían carteles, cabezas colgando, animales extraños, etc. En cuanto vimos cositas freakies, Iñaki y yo nos acordamos de Vicente. ;) .Fue automático. Así que en ese preciso instante, yo me quité la chaqueta, me puse al lado del amigo peludo, y sin temor a sus garras Iñaki disparó.

So, my dear V., esa foto te corresponde por derecho, porque sabemos que lejos de máscaras y efectos especiales existen verdaderas fieras, muchas de las cuales a veces nos habitan. Lo importante es que en el camino también aprendemos a domarlas.

¡A tu salud, querido amigo!

...abrazos, trenzas y pura vida.

Auuuuuuuuuuuuuuuuu.