Carta de Paul Bowles a James Laughlin

New Directions, Nueva York

22 de diciembre 1950

Tánger

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(fragmento)

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Gracias por su carta del doce de diciembre. Creo que hacía mucho tiempo que no me escribía. He estado en Marruecos todo el tiempo y como aquí nunca sucede nada, no hay hitos por los que guiarse mentalmente; uno tiene que inventarlos. Los míos suelen ser viajes, pero este año he sido insólitamente sedentario. Mi hígado, vesícula biliar, bazo o lo que sea, se alborotó de tal modo mientras estuve en Marrakech que volví a rastras, prometiendo ser bueno, y he permanecido acostado desde entonces. Fui hasta Asni, el pueblo de las amatistas en el Gran Atlas, pero no más lejos, esta vez.

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Me propongo, no obstante, bajar el Senegal y de allí a Liberia este invierno. El tiempo aquí es histérico, con vendavales, truenos, chaparrones, sol esplendoroso, tormentas de polvo y granizo. (Hace dos semanas cayeron incluso sobre la ciudad terrones de fango rojo; las paredes de las casas aún están salpicadas y manchadas de él.)

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He visto algunas críticas de mis libros de relatos. Los críticos parecen menos dispuestos a aceptar éstos que la novela y no tengo idea del porqué. Los relatos no son más "decadentes" que la novela. Si son "decadentes" de algún modo, lo son incoscientemente, mientras que la novela lo fue de manera conciente . Lo cual hace los relatos más verídicos, que es probablemente el motivo de la censura de la crítica. ¡Así me lo expliqué tal vez a mí mismo mientras escribía a máquina!

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En Contacto. Cartas de Paul Bowles. Recopilación de Jeffrey Miller. Seix Barral. Barcelona, 1994