jueves, abril 30, 2009

Un fragmento de la Puta de Babilonia... a propósito del nuevo libro del papa Ratzinger


El papa Ratzinger, Benedicto XVI, acaba de publicar su último libro: "Elogio de la conciencia", una recopilación de textos escritos entre 1990 y el año 2000, período en el que fue prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe (o lo que antes se llamaba "Sagrada Congregación de la Romana y Universal Inquisición") sobre cuestiones fundamentales de la conciencia.
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Según el papa: "No ver las culpas, el enmudecimiento de la voz de la conciencia en numerosos ámbitos de la vida es una enfermedad mucho más peligrosa que la culpa". Es necesario estar conciente de ella, pues de lo contrario incluso "las acciones de los miembros de las SS nazi estarían justificadas, pues realizaron las atrocidades con una absoluta certeza de conciencia".
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Pero si la tesis central de su libro es la de que "quien no sea capaz de percibir la culpa está espiritualmente enfermo", me gustaría saber qué tan sano se encuentra Ratzinger. Y para ello, prefiero ceder la palabra al escritor Fernando Vallejo, que en su libro "La Puta de Babilonia", también hace un "elogio a la conciencia", en el que nos habla de memorias y de culpas y de nazis y, desde luego, de Ratzinger.
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Frente a las palabras de Vallejo, yo sólo puedo decir: Amén.
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La Puta de Babilonia (fragmentos):
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"Urbano VII no era sin embargo el primer papa inquisidor pues ya lo había sido Adrian Florensz Dedal, alias Adriano VI, uno de los sucesores en España de Torquemada. Ni sería el último. Sin ir más lejos, nuestro actual Joseph Ratzinger, alias Benedicto XVI, también fue Inquisidor: de la Inquisición (hoy cantinflescamente llamada "Congregación para la Doctrina de la Fe") este Führer taimado dio el brinco al potro. Que la Iglesia no era "relativista" dijo en el sermón de la misa que ofició por el eterno descanso de Juan Pablo II. Dos días después, cónclave; tres días después, papa; cuatro días después, que siempre no, que todo es relativo, que todo depende de las épocas, los lugares y las circunstancias y que hay que juntar a la Iglesia Ortodoxa con la Romana, bajo un solo pastor, él, con un solo cayado, el suyo, que es el que mejor se para. Por lo demás, ¿qué papa no es un inquisidor? Todos están inquiriendo en la conciencia ajena, olisqueando, olfateando, espiando por los agujeros.

(...)
Es muy importante recordarle al papa Ratzinger, ahora que anda visitando campos de concentración, el comportamiento de su antecesor Pío XII frente al nazismo. Ya le hice la lista a Su Santidad de sus paisanos los obispos alemanes aduladores de Hitler: todos en coro como rezando el rosario. ¿Dijo algo Pío XII al respecto? ¿Una palabra siquiera en sus múltiples alocuciones radiofónicas, mensajes de navidad, exhortaciones, advertencias, encíclicas y cartas pastorales para repudiar a ese criminal vesánico y censurar la actitud abyecta de sus obispos alemanes? Tantas cuantas dijo para reprobar a Jozef Tiso cuando presidía este cura, apoyado por las SS, el Estado fascista de Eslovaquia, aliado de los nazis. ¡Qué iba a decir si hasta lo recibió en el Vaticano, le dio el rango de gentilhombre papal y lo hizo obispo! El presidente-obispo Tiso puso tres divisiones con cincuenta mil soldados a disposición de Hitler. Al final de la guerra huyó a Austria con todo su gobierno pero lo ahorcaron. "Muero como mártir y defensor de la civilización cristiana", dijo. ¿Qué entendería este gentilhombre papal por "civilización cristiana"? ¿Las persecuciones de judíos, las quemas de brujas y herejes, las masacres en nombre del Crucificado que aquí hemos venido enumerando?
(...)
Al papa teólogo Ratzinger le recomiendo muy encarecidamente el campo de la muerte de Jasenovac, el Auschwitz croata, para que empiece con él una esclarecedora gira por los campos de concentración croatas que fundó Pavelic en su Reino de Dios: los de Jadovno, Pag, Ogulin, Jastrebarsco, Koprivnica, Krapje, Zenica, Star Gradishka, Djakovo, Lobograd, Tenje y Sanica. y que vaya preguntando en cada uno, con dolor de teólogo en el alma y alzando la vista al cielo arrodillado: "¿Por qué permitiste esto, Señor?" Que es lo que justamente le quie-ro preguntar ahora a Pío XII: ¿Por qué permitiste eso, Pacelli? ¿O me vas a decir que no te enteraste? Por eso en estos instantes en que escribo "el Señor" te está cauterizando el culo en los infiernos."

Fernando Vallejo, La Puta de Babilonia, Ed. Planeta, 2007.

Nota de Carla Badillo Coronado:
*No, no es un error; así como Vallejo escribe Puta con mayúscula, yo escribo "papa" con minúscula.

miércoles, abril 29, 2009

Una Noche - Constantino Cavafis

El poeta griego Constantino Cavafis nació, vivió y murió en Alejandría, Egipto. Falleció el mismo día en que cumplía 70 años, el 29 de abril de 1933, en el hospital griego de su ciudad. Mientras estuvo vivo publicaba sus poemas sueltos, en hojas casi clandestinas. Su grandeza poética fue reconocida posteriormente a su muerte.
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¡A tu memoria, poeta!
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UNA NOCHE

El cuarto era pobre y vulgar,
oculto en los altos de una taberna equívoca.
Desde la ventana se veía la calleja,
sucia y estrecha. Desde abajo
llegaban las voces de algunos obreros
que jugaban a las cartas y que se divertían.
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Y allí, en la cama humilde, ordinaria
poseí el cuerpo del amor, poseí los labios
voluptuosos y rojos de la embriaguez -
rojos de tal embriaguez, que también ahora
cuando escribo, ¡después de tantos años!,
en mi casa solitaria, me embriago nuevamente.
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Constantino Kavafis. Cien Poemas.
Traducción del griego al castellano: Miguel Castillo Didier.

La Jaula - Alejandra Pizarnik

(Argentina, 29 de abril 1936- 25 de septiembre de 1972 )
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¡A tu memoria, condesa!
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LA JAULA
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Afuera hay sol.
No es más que un sol
Pero los hombres lo miran
y después cantan.
Yo no sé del sol.
Yo sé la melodía del ángel
y el sermón caliente
del último viento.
Sé gritar hasta el alba
cuando la muerte se posa desnuda
en mi sombra.
Yo lloro debajo de mi nombre.
Yo agito pañuelos en la noche
y sedientos de realidad
bailan conmigo
Yo oculto clavos
para escarnecer a mis sueños enfermos.
Afuera hay sol.
Yo me visto de cenizas.

Alejandra Pizarnik. Poesía Completa (1955-1972) Editorial Lumen. 2001

Del lado de acá y del lado de allá

Del lado de acá...
1er Encuentro Intercultural del Pueblo Kitu Kara con las artes Escénicas de Latinoamerica
29 abril- 3 de mayo
Kitu
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Del lado de allá...

Palabra Ibérica -Edita ´09
29 de abril- 2 de mayo

Huelva

Cronograma completo aquí

martes, abril 28, 2009

Los 42 de Alfonso y un blues de Ma Rainey a su salud!

A esta hora de la madrugada, nada mejor que la cadencia de un blues. He dejado el balcón abierto y mi habitación se ha vuelto fría. Sin dejar de mecer mi cuerpo, estiro mi brazo y me preparo un té de coca para calentar mi sangre. De mi alma se encarga la música. Ma Rainey me hace compañía. Está allí, frente a mí, levantando el brazo derecho mientras la orquesta la acompaña. Intento decirle algo, pero ella no deja de cantar. La "madre del blues" se toca la oreja izquierda como diciéndome: escucha la letra, pequeña, y luego me guiña el ojo. Yo la escucho, oh sí: "I went to bed last night, and I was in my sleep. Woke up this mornin', the police was shakin' me". ¡Los santos espíritus ebrios de Georgia bendigan el alma de esta negra!- grito. Y de la esquina Bessie Smith y Billie Holiday responden: Amén.
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Ahora la habitación está caliente aunque nadie haya cerrado el balcón. Preparo otro té de coca y lo levanto en señal de brindis: ¡A la salud de Alfonso Rabanal!, y la orquesta vuelve a tocar. Desde mi esquina le digo a Ma Rainey: "Ma, mi amigo también nació un 26 de abril, como tú". Y ella, con su sonrisa amplia, responde: "Pero yo lo hice en 1886". Siento vértigo. Cuánto tiempo desde entonces. Es maravilloso, Ma Rainey murió hace mucho y sin embargo esta madrugada vive para mí, su voz es tan clara como siempre.
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"Ma, cántala de nuevo, que quiero que mi amigo la disfrute tanto como yo. Él es parte de la familia, Ma. Él ha llorado y reído con un blues. Él ha sabido encontrar la belleza en las tristes notas del vacío"
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....Y mientras Ma vuelve a entonar su canción. Yo pienso en la relatividad del tiempo. Miro salir de un saxofón el número 42, la edad fresquita de Alfonso. Y pienso en que en un par de meses yo cumpliré lo mismo, pero al revés; serán 24 o Veinticuatro Años -como diría Raúl Nuñez- y bien podríamos Alfonso y yo recitar esos versos que dicen:
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"Ya he tenido los ojos para siempre
a este hermano imbécil o santo del poema.
Ya he elegido.
He cortado las sogas al trapecio
y al caer he cantado.
He cantado siempre.
He tenido coágulos de flores en todas las heridas.
He caminado países
he vuelto
hoy me vuelvo a ir."
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¡A tu salud, querido amigo!
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..... Má, vuélvela a cantar.
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Booze and Blues
Went to bed last night, and boy I was in my sleep, sleep
I went to bed last night, and I was in my sleep
Woke up this mornin', the police was shakin' me
I went to the jailhouse, drunk and blues as I could be (2x)
But that cruel old judge sent my man away from me
They carried me to the courthouse, Lordy, how I was cryin' (2x)
They jailed me sixty days in jail, and money couldn't pay my fine
Sixty days ain't long if you can spend them as you choose (2x)
But this seems like jail than a cell where there ain't no booze
My life is all a misery when I cannot get my booze (2x)
I spend every dime on liquor, got to have the booze to go with these blues

Carlos Castañeda

(Perú (algunos lo citan brasileño) 1925 - EE.UU 27 de abril de 1998)
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Un día como hoy, hace once años, murió el antropólogo y escritor latinoamericano Carlos Castañeda, cuyos libros son una mezcla de autobiografía, chamanismo, alucinógenos, rituales toltecas y misticismo. Es un hombre con el que también me siento, de alguna manera, cercana. No voy a detallar aquí todo lo que me une a sus vivencias y escritura, pero es evidente que hay entre los dos situaciones similares por lo que tarde o temprano tenía que mencionarlo en este blog.
Castañeda, a principios de los años sesenta, próximo a finalizar sus estudios de antropología en la Universidad de California, viajó al desierto de Sonora, México, para recopilar información sobre los usos medicinales de ciertas plantas psicotrópicas o alucinógenas entre las etnias indígenas.
Según sus libros, en la estación de autobuses de la Greyhound de un pueblo norteamericano fronterizo con México, mediante un antropólogo conocido, conoció a un indio yaqui, a quien en sus libros se refiere con el seudónimo Don Juan Matus, que en menos de un año, y luego de frecuentes visitas por parte de Carlos, lo tomó como aprendiz. Don Juan, según Castañeda, era el líder de un grupo de brujos, el último de una larga tradición que se remontaba a los indios toltecas, que le enseñó los usos del peyote como psicotrópico (entre otros), teniendo así una sucesión de experiencias que incluyen columnas de luz cantarina, animales y otros seres que serían manifestaciones de poderes que un hombre sabio podría aprender a utilizar. Estos, entre otros, conocimientos propios del legado cultural conocido como "Tolteca".
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A continuación, comparto uno de los diálogos iniciales entre mi tocayo y Don Juan.
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Viernes, 23 de junio, 1961
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‑¿Me va usted a enseñar, don Juan?
‑¿Por qué quieres emprender un aprendizaje así?
‑Quiero, de veras que me enseñe usted lo que se hace con el peyote. ¿No es buena razón nada más que querer saber?
‑¡No! Debes buscar en tu corazón y descubrir por qué un joven como tú quiere emprender tamaña tarea de apren­dizaje.
‑¿Por qué aprendió usted, don Juan?
‑¿Por qué preguntas eso?
‑Quizá los dos tenemos las mismas razones,
‑Lo dudo. Yo soy indio. No andamos por los mismos caminos.
‑Mi única razón es que quiero aprender, sólo por saber. Pero le aseguro, don Juan, que mis intenciones no son malas.
‑Te creo. Te he fumado.
‑¿Cómo dice?
‑No importa ya. Conozco tus intenciones.
‑¿Quiere usted decir que vio a través de mí?
‑Puedes decirlo así.
‑¿Entonces me enseñará?
‑¡No!
‑¿Porque no soy indio?
‑No. Porque no conoces tu corazón. Lo importante es que sepas exactamente por qué quieres comprometerte. Aprender los asuntos del "Mescalito" es un acto de lo más serio. Si fueras indio, tu solo deseo seria suficiente. Muy pocos indios tienen ese deseo.


Carlos Castañeda. Las Enseñanzas de Don Juan (Una forma yaqui de conocimiento). 2001

lunes, abril 27, 2009

La reelección histórica de Rafael Correa

El presidente Rafael Correa ha sido reelegido -con una amplia mayoría- para continuar con su gobierno hasta 2013. El "triunfo histórico" es sin duda un hecho inédito, pues desde que Ecuador retornó a la democracia, en 1979, ningún presidente ha sido reelegido, y menos aún ha obtenido su triunfo en la primera vuelta. Con este hecho, el líder socialista de 46 años se ratifica en su proyecto denominado como "revolución ciudadana" y vuelve a dar un espaldarazo a los partidos políticos tradicionales, que por los resultados obtenidos muestran un total desgaste en la escena política actual. .
Esta es la sexta victoria de Correa en una convocatoria electoral. La primera fue en 2006, cuando resultó Presidente. La segunda fue el 15 de abril de 2007 cuando se decidió, en consulta popular, redactar una nueva Carta Magna. Y el mayor apoyo lo tuvo en las elecciones para elegir a los miembros de la Constituyente encargados de hacerlo. Una vez redactada la nueva Constitución, el pueblo ecuatoriano le dio su respaldo en referéndum el pasado 28 de septiembre, frente a las tesis adversarias. El texto, que permite la reelección por un período consecutivo, exigía la convocatoria de comicios generales, en los que ayer Correa volvió a derrotar a la oposición.

Otro hecho inédito fue la participación de los adolescentes, entre 16 y 17 años, en las elecciones, así como los presos sin sentencia, policías, militares y extranjeros residentes en el país.
Por otra parte, los migrantes demostraron mayor interés que en anteriores ocasiones. Sólo en España, alrededor de un 50% de los 103.374 ecuatorianos residentes convocados participaron en estas elecciones.
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Caricatura tomada de El Telégrafo

Ahora bien, debo admitir que yo si disfruté de las elecciones, sobretodo de las "primeras reacciones" de los diferentes candidatos frente a los resultados a boca de urna. Ya no me molesta tanto como antes el descaro, el cinismo y la ineptitud de algunos candidatos como Lucio Gutiérrez o del magnate Álvaro Noboa (debe ser porque estaba confiada en su derrota) o de algunos periodistas rabiosos, pues preferí experimentar el goce del análisis de símbolos, diálogos y dramas de la teatrocracia, lo que Georges Balandier denomina: "El poder en escenas" (Balandier: 1994), según el cual, si es el poder el que está en juego, los actores políticos deben "pagar su cotidiano tributo a la teatralidad”.

Todo sistema de poder es un dispositivo destinado a producir efectos, entre ellos los comparables a las ilusiones que suscita la tramoya teatral. La imaginería propuesta por Maquiavelo identificaba al príncipe con el demiurgo, el profeta o el héroe; sacralizaba sus empresas haciéndole cómplice de lo sagrado instituido, establecido, es decir la religión y sus ceremonias. Pero la trasposición que requiere la práctica política es de otro tipo: el florentino, por su propia experiencia, que es la de un actor dramático, conoce la relación íntima que existe entre el arte del gobierno y el arte de la escena. Las técnicas dramáticas no se utilizan sólo en teatro, sino también en la dirección de la polis.

Todos estos mecanismos asociándose entre sí, definen funcionamientos políticos reconocibles. Uno de éstos se coloca aparte, en la medida en que sus potencialidades dramáticas son más débiles. Se trata del modo democrático establecido sobre la base de la representación, según la cual el poder resulta de la regla mayoritaria. No depende ordinariamente ni de la connivencia de los dioses o del respeto por la tradición, ni tampoco de la irrupción del héroe o del control sobre las corrientes de la historia. Requiere el arte de la persuasión, del debate, la capacidad para crear efectos que favorezcan la identificación del representado con el representante. Se dramatiza por medio de las elecciones, a través de las cuales se crea la impresión de que puede jugarse siempre una nueva “partida”. La intensidad de la acción resulta de la incertidumbre relativa a la mayoría, a su mantenimiento o a su cambio.

Yo, por mi parte, debo admitir mi satisfacción frente a los resultados. Es innegable que el gobierno de Correa ha llevado a cabo cosas buenas e interesantes. Muchos dirán "sí, pero eso no es cosa del otro mundo, fue para eso para lo que fue elegido", y aunque es cierto, y a pesar de su caracter impulsivo y fuerte (lo que ha dado pie a severas críticas tildándolo de totalitario e intolerante), en un país como el nuestro, que en una sola década tuvo ocho presidentes, tres de ellos derrocados en medio de revueltas poulares- el apoyo masivo y la decisión de seguir creyendo en una propuesta diferente, nos dice que las cosas no pueden estar tan mal como lo pintan. Creo que a pesar de ciertos hechos ineludibles (muchos de los cuales se dan en el marco mundial, como la crisis económica o el calentaimento global, etc), los ecuatorianos respiramos cierto aire de estabilidad, algo que -tomando en cuenta nuestra historia política inmediata- no es poco.

sábado, abril 25, 2009

Harlem, Iñaki y un par de recuerdos


Mi querido amigo, el músico Iñaki Estévez Muñiz (quien también fue un excelente guía durante mi travesía por San Sebastián, Irún y Hendaya) viajó hace pocos días a la capital del mundo: Nueva York. Esa ciudad-montruo con la que tengo una intensa relación de amor y odio (como casi todas mis relaciones) y de la que tantos buenos recuerdos guardo.
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Iñaki, en su nota de "hasta pronto", hace referencia a esta viajera, que desde luego se ha emocionado al saber que su amigo tendrá como destino principal a Harlem, el barrio negro al norte de Manhattan.
En Harlem. Nueva York. 2006
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Dice Iñaki:
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(...) "Tenía que ser en Abril, con su "r" bien puesta, sus tormentas, su primavera que nunca llega, mis 33 años, y todo lo demás. Bien, pues tenía que ser este mes , y este año... Y por fin este día, después de semanas intensas de trabajo muy encabronado, y de los bolos, la promoción, toda esta movida en que nos hemos metido, después de todo eso..., mañana me voy a Estados Unidos con varias ideas y proyectos, con muchas cosas por hacer y ver allí...

Estaré unos días en New York, dormiré en Harlem. Y luego, si sus tan interesante calles y su ambiente no me secuestran, carretera y millas, y no kilómetros, para buscar las raíces de mi música, de mi propio Blues, Virginia, Kentucky y Tennesse hasta el Mississipi.. y una vez allí, seguir bajando. Quién sabe si hasta perderme por el Bayoo, no sería al primero que le ocurre... La armónica la llevo, y ese librito para tomar mis notas, para que luego sea el viaje de todos vosotros, al estilo de otra viajera a la que tanto quiero y admiro, ¿Verdad Carlita? "
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Verdad, Iñaki. Y yo, que tengo buena intuición, ya presentía que algo así se venía, sobretodo por esas canciones sobre New York que andabas colgando. No pudiste escoger mejores teloneros que Tom Waits, Bruce Springsteen y Ryan Adams. Ah, New, York, New York. Una de las ciudades que más quiero. Y que de no enrumbarme a Frisco, en un par de meses, seguro viajaba por tercera vez a la Gran Manzana. A Nueva York. A la loca; a la combulsionada; a la insomne.
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A Nueva York regresaré tarde o temprano, de eso no me cabe la menor duda. Ese lugar me sacudió como pocos. Ahí tuve que soltar mi lengua para poder entrevistar en inglés, con mi pequeña camarita, a gente de todas partes del mundo, sobretodo a gente de Medio Oriente. Ahí compré mi adorada -y actualmente lisiada- Nikon d70s, y para ello tuve que trabajar -ilegalmente, pues estaba en calidad de turista- en varios lugares, los cuales me dejaron un sinnúmero de historias registradas en mi cabeza y en mis fotografías, las cuales -debido a un puto virus en mi ex computador- se borraron. Apenas se salvaron unas cuantas. Entre esas, mis dos fotografías que acompañan este post.
Harlem, Nueva York.
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Ah, New, York, New York. Mis largas caminatas por la quinta avenida, el Central Park, el Hotel Chealsea, Woody Allen, y aquella vez que pude conocer en persona a Sean Penn, las voces de Anais y Miller, y las barbas del buen Withman flotando en el río Hudson. New York y los fantasmas que me sedujeron. Strawbery Fields, Brooklyn, Bronx y Queens. Los paranoicos del metro, la falsa alarma en el distrito financiero (símbolo del terror). Nueva York y un gran amor. El "hombre-bardo", quien al principio creyó que yo era una espía que lo había perseguido hasta Union Square, una tarde de Otoño. Y qué decir de Harlem, el vibrato del alma negra. Allí anochecí al pie del teatro APOLO con los negros que me enseñaron sus códigos de defensa. Mis oídos abiertos a cada una de las historias de los viejos, y los cantos de las mujeres de peinados estrambóticos, y los dientes blanquísimos que se dejaban ver a tavés de las sonrisas de niños que bailaban al son de una raza bendita.
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Ya debes estar disfrutando, Iñaki. Yo por mi parte te deseo todo el aprendizaje, amigo. Te deseo caminos llenos de colillas y música e historias de caminantes sin fin. Sí, señor, que al fin y al cabo la raza es una. Como me enseñó Tashi: Mitake Oyasin.
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Abrazo fuerte y viajero, desde Kitu.

Jerry Uelsmann o el maestro del fotomontaje

Jerry Uelsmann es un fotógrafo norteamericano, nacido en Detroit en 1934. Compositor de imágenes surrealistas e inquietantes. Sus fotos se exponen en diversos museos y galerías por todo el mundo y su obra ha sido tema de varios libros y monografías.Trabaja magistralmente el blanco y negro, pero su gran habilidad es la de crear excelentes fotomontajes a partir del uso de herramientas exclusivamente análogas. Así es, este señor está alejado del uso de computadores y tecnologías digitales, su trabajo corresponde 100% a la utilización de herramientas análogas y tradicionales de un laboratorio fotográfico. Combina, compone y recompone negativos en horas y horas dentro de la sala oscura.
Home is a Memory, Jerry Uelsmann. 2006

Más fotografías:

http://www.uelsmann.net/

domingo, abril 19, 2009

Bibliófila y hedonista

"También para los libros hay nómadas y sedentarios"
Juan Villoro.
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Olerlos, tocarlos, mirarlos, leerlos. Comprados, encontrados, prestados, regalados, robados. Ediciones nuevas, viejas, raras, facsímiles. Sobre mi peinadora, en la biblioteca, junto a mi cama -y sobre ella-. Juntarlos por categorías. Clásicos y contemporáneos. La de historia; la de comunicación; la de fotografía; la de política; la de temas ancestrales; la de filósofía (Demócrito, Nietzche, Platón, Heiddeger, Hanna Arendt, Heráclito, Bataille, Hegel, Lacan, etc.). Y, por supuesto, mi favorita: la de literatura. Prosa y poesía. Colocados de manera cómplice según afinidad de pluma, pensamiento y estilo. Como si pudiera juntarlos en la barra de algún bar o en la mesa de algún Café escondido (uno: Fante, Celine, Miller, Bukowski, Raúl Nuñez, Fonseca, Carver, Shepard, Cheever, Chandler, etc, etc, etc. Otro: Sarah Kane, Alejandra Pizarnik, Anne Sexton, Olga Orozco, Silvia Plath, Cecilia Meirelles, Clarice Lispector, Marguerite Duras, Pearl S. Buck, Djuna Barnes, etc, etc, etc. Otro: Kerouac, Ginsberg, Burroughs, Kauffman, Corso, Diane Di Prima, Ferlinghetti, Neeli Chercovski, Jack Hirschman, etc, etc, etc. Otro: Juan Rulfo, Cabrera Infante, Vallejo, Borges, Bioy Casares, Cortazar, Onetti, Puig, Sábato, Bolaño, etc, etc, etc. Otro (algunos ecuatorianos): Pablo Palacio, Miguel Donoso, Eliécer Cárdenas, Jorge Velasco Mackenzi, Juan Montalvo, Jorge Enrique Adoum, Iván Oñate, Euler Granda, etc, etc, etc. Otro: Los diarios de Anais Nin, el diario y correspondencias de Paul Bowles, el diario de viajes de Virginia Woolf, las cartas de amor entre Maiakosvski y Lili Brik, y las epístolas entre Brenda Venus y Henry Miller, y de éste último con Lawrence Durrell. Otro: Potocki, Orwell, Bradbury, etc. Otro: Brecht, Artaud, Hans Magnum Enzesberger.

Creo que mis libros son lo único que realmente permanece en orden en mi habitación
(... bueno, a mi manera)

Otras veces me gusta juntarlos a los que de alguna forma son antagónicos: un Faulkner junto a un Hemingway, un García Márquez junto a un Vargas Llosa, La Biblia cerca de Hankover (y los diferentes hijos de Satanás) -a manera de provocación-. Entre mi altarcito, van asomando otros fetiches: postales, cartas, piedras, plumas, boinas, botellas (llenas y vacías), cruces, marcapáginas, piezas de ajedrez, hojas secas, fotografías, e incluso los guiones que Pepe Pereza me regaló. Y me gusta acomodar recuerdos junto a los diferentes títulos. En la esquina, por ejemplo, sobre Meridiano de Sangre de Cormac McCarthy, resposa una de las plumas que me regalaron los nativos de Nuevo México. Junto a la Anatomía de la Melancolía de Robert Burton yace esa extraña cruz de maderita que me regaló Mark aquella noche en la que veló y acompañó mi profundo dolor en el vientre, dándome un efectivo remedio: tres tragos seguidos de coñac para amortiguarlo. Junto a Habitación desnuda de Uberto Stabile, se acomoda otro libro que también él me regaló, en cuyas páginas constan algunas confesiones de la pintora mexicana Frida Khalo. Y entre las páginas de uno de los libros de Truman Capote, en un capítulo dedicado a Nueva York, está incrustada una mis fotos sacadas en la Gran Manzana (una de las pocas que logré salvar luego de que ese jodido virus le cayeara mi ex computador), y a sus costados: Lorca, Withman y Auster. Hesse, Calasso, Barrico y Kundera escoltan una de mis fotos más sinceras: aquella sin nada de maquillaje, mostrando mis hombros y cuello desnudos, con la boina de Mark y pintada un negrísimo bigote al estilo Salvador Dalí.
Ah, cuántas historias se tejen entre mis libros, mis fieles amantes, mis maestros de papel. ¡Cuánto placer me causan! No son tantos como quisiera, faltan muchos, desde luego, muchísimos. Y no son todos los que deberían estar, pero los que están tienen su lugar más que merecido. Y son bellos, bellísimos, siempre dispuestos a hacerme compañía.

miércoles, abril 15, 2009

Invitada al Festival Internacional de Poesía 2009 en San Francisco

San Francisco International Poetry Festival. 2007
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(las fotos del SFIPF 2007 fueron tomadas por Steve Rhodes)

No podía faltar el jazz. SFIPF 2007
Jack Hirschman al micrófono. En la primera fila Lawrence Ferlinghetti. SFIPF2007

Así es: ¡¡San Francisco a la vista!!

Estoy feliz, feliz, feliz. No. Feliz es poco. Estoy saltando como resorte de un lado a otro, literalmente. Quiero compartir la noticia abrazando, gritando, cantando, pero en casa no hay nadie. Aun así sigo saltando. Un tipo en la acera pasa caminando frente a mi ventana. Las cortinas están abiertas. Él susodicho voltea. Es evidente su sorpresa al ver a una mujer saltando sola de un lado a otro como una loca. La loca soy yo, desde luego. Desde mi ventana le saludo. El tipo -incrédulo- levanta la ceja, sonríe, me devuelve el saludo con una ligera beña, y sigue su camino. Estoy feliz, feliz, feliz.

Hace poco me llegó la invitación formal por parte de los organizadores del Festival Internacional de Poesía en San Francisco, entre ellos -y de forma directa- el poeta Jack Hirschman, para participar en la próxima edición de tan magno, explosivo e inolvidable evento que se llevará a cabo en el mes de julio, en el mismísimo corazón de mi añorada ciudad californiana. ¡Estoy feliiiz! Y perdonen la efusividad, pero quien de alguna forma me conoce, o ha acompañado de cerca o de lejos mis pasos, sabrá lo que esta legendaria ciudad liberal -cuna de artistas y poetas, ciudad ícono de la beat generation, del summer love, del jazz y de la vida bohemia, además de haber sido el escenario de múltiples películas- significa para mí.

En San Francisco. 2008
La carta empieza así:
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Dear Carla Badillo Coronado,

It is my great pleasure to invite to you to participate as a featured poet in the 2009 San Francisco International Poetry Festival. On behalf of the San Francisco Public Library and Friends of the San Francisco Public Library Executive Director Donna Bero, we request your attendance as a guest of the City for this event.
San Francisco, on the western edge of the American continent, has long been a gathering place for poets and artists. Its reputation as a center for creative expression continues – and thrives – today. This vibrant four-day Festival will involve fifteen poets from around the world reading together with members of San Francisco’s own literary community.
The Festival will take place July 23 – 26th. It will be free and open to the general public. In addition to nightly readings at major venues around the city, the festival will include music, programs in schools, libraries, bookstores and private gatherings, and a variety of ways that festival attendees can participate and interact with the poets. (...)

Cartel del Festival Pasado

Y esa última parte me encanta: El evento será 100% gratuito y abierto al público en general (de hecho, el logo del Festival es una especie de pasaporte y en ella un sello que dice "entrada permitida") Seremos 15 los poetas procedentes de varias partes del mundo, pero también se contará con la presencia de poetas del área (Lawrence Ferlinghetti, Neeli Chercovski, Alejandro Murguía, etc, etc.). En la mayoría de recitales los poetas leeremos en nuestras lenguas nativas, y luego otro poeta leerá las respectivas traducciones. Habrán actividades en plazas, calles, librerías, cafés, bibliotecas, escuelas, y además se combinarán los recitales con música y otras actividades.

Asistentes

Anna Lombardo

Pero... ¿La invitación surgió de la nada y sin previo aviso? Claro que no. Pero hasta no ser un hecho confirmado preferí no mencionarlo. La cuestión es la siguiente:

Mientras estuve en SF. Jack tradujo varios textos de mi autoría, l0s cuales tuve la oportunidad de leer en algunos recitales, y otros quedaron en sus manos para traducirlos de a poco (si mal no recuerdo, en aquel momento Jack trabajaba -entre otros libros- en la traducción de los poetas italianos Pier Paolo Passollini y Ferruccio Brugnaro). Al parecer a Jack le gustaron mis poemas. Y ese material fue el inicio de varias propuestas, entre ellas la de mi participación en este evento. Y aunque en ese momento me hizo mucha ilusión saber que Jack estaba interesado en mis manuscritos (que por cierto eran hojas dobladas y maltratadas, pues viajaban conmigo adentro de la mochila), no era nada seguro, o al menos eso pensé, mi participación. De hecho, Jack me comentó que había la posibilidad también de invitar a un poeta ecuatoriano que tanto a Aggie como a él les parecía muy bueno -y lo es-, y que habían conocido en Italia (no diré su nombre, pero vaya que a mí también me gusta mucho, es alguien al que, sin haberlo tratado, siempre he sentido cercano, alguien que merece todo mi respeto), pero al parecer estaba un poco delicado de salud. De todas maneras no me ilusioné tanto. Preferí seguir trabajando en mis textos.

Jack y algunos asstentes afuera de City Lights Bookstore. SFIPF 2007

Un pequeño y colorido asistente

Jerry. Dueño del Beat Museum

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Luego de varios meses de travesía por pueblos y ciudades, de este lado y del otro, salió como resultado un poemario -inédito también-, titulado "Va por cuenta del destino", libro que actualmente Jack traduce al inglés. Al parecer, Jack decidió seguir creyendo en esta niña vieja, mujer andina, poeta inédita. Y mi participación es ya un hecho. El Festival congregará 15 poetas de todo el mundo. Y aunque Jack aún no me ha dado detalles de quienes serán los otros poetas, pude leer -entre los contactos de un e-mail que nos envío a todos- un par de nombres que me emocionaron mucho. Poetas de una voz tremenda, que desde luego iré dando cuenta de a poco en este blog.


Hay más...
Al parecer yo seré la poeta más joven y la única inédita (por lo tanto, la única que no tendrá un sólo libro que vender, jajaja). Y aún no sé si habrán más poetas sudamericanos, pero sé de la participación de poetas de Irak, Francia, Italia, México, Zimbahue, Bangladesh, Grecia, Sudán, Philipinas, Haití, etc, etc. Y bueno, Ecuador -específicamente Kitu- estará presente, aunque paradójicamente aquí, en mi país, casi nadie se entere. Lo bueno es que todos los gastos durante el Festival lo cubrirán los organizadores. Cosa que evidentemente facilitó mucho, pero mucho, el que yo acepte, pues mi economía me hubiese impedido enrumbarme nuevamente, y tan pronto, en un viaje hacia el país esquizofrénico. (Esto me reanima, pues hace un par de meses tuve la suerte de ser invitada al EDITA (Encuentro internacional de Editores Independientes y producciones alternativas), en Punta Umbría, Huelva (España), organizado por mi querido amigo el escritor y editor Uberto Stabile. Y digo reanimarme porque aunque mi deseo de estar en el EDITA era inmenso, mi bolsillo respondía todo lo contrario, imposible cruzarme esta vez el charco. De todas maneras aprovecho para estrechar un abrazo a ese hombre-orquesta que es Uberto, con nosecuantos brazos y pies y manos para organizar cada año esa hermosa fiesta de propuestas culturales diversas. A la que sé que asistirán buenos amigos, y que sin duda será un éxito).
Hay más...
Aunque el Festival durará unos cuantos días. He decidido quedarme a vivir unos meses allá (tampoco muchos, no podría, pues hay otra propuesta de la que hablaré otro día, que me hace mucha, pero que mucha ilusión también. No tiene que ver con poesía, ni festivales, sino con otra de mis pasiones, en la que interviene directamente la epistheme). Iré recargada de ideas, ahora que ya conozco un poco el terreno, trataré de sacar provecho al máximo de mis días en Frisco. El punto es que posiblemente viaje los primeros días de julio, lo cual significa que mi cumpleaños lo celebraré aullando -literalmente-en mi querida North Beach (la experiencia será anecdótica y extraña, pues mi cumpleaños es el 4 de julio... sí, lo sé, el día de la independencia de los EE. UU...... otra paradoja en mi vida).
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Ayayay, carajo, tantas cosas giran en mi cabeza. Hace unos meses llegaba a San Francisco con mochila al hombro, y comida de reserva (que en realidad eran galletas y una lata de atún), la primera noche me dio posada, en Berkeley, Sarah, hija de un pintor ecuatoriano que me ubicó por el blog. Luego fui a Frisco sin contactos, y con la esperanza de quedarme tres o cuatro días. La historia ya es sabida, terminó siendo el lugar en el que más tiempo me quedé, y en el que me sucedieron historias que -como diría Kerouac- fueron demasiado buenas como para no contarlas.

El amigo de Bob Dylan que me invitó a su programa de radio y el escritor Alejandro Murguía

En fin, regresar a San Francisco es hablar de poesía, de reencuentro con grandes amigos, de seguir construyendo historias de personajes-reales, barrios legendarios, blues, jazz, north beach, humo, vino, canto, es hablar de café con sabor a Trieste, es hablar de locos, de ironías, de adictos y abstemios... es hablar de extremos. Es hablar de los amigos que me acompañarán desde lejos. Es hablar de comunidad, es hablar de contrastes, es hablar de locos y ex convictos, todos con sus miradas generosas y tiernas, es hablar de Mark, desde luego, my sweatie pig, amigo, amante y compañero, es hablar de un viejo amor, de mi lección de vida.

(BPDG)
Mark y Carla, en el Vesuvio. SF.

"Abril es el mes más cruel", escibrió T.S. Eliot en su poema "El Entierro de los muertos". Hoy, señores y señoras, yo tacho ese primer verso, y me quedó con lo que sigue... aquella parte en la que dice que abril "hace brotar lilas del interior de la tierra muerta, mezcla la memoria y el deseo". Así es, hoy yo mezclo memoria y deseo. Y me voy a mi cama bailando a estas horas de la madrugada. Donde todo es grillos y ecos. Me voy a dormir con la sonrisa amplia y con la idea de que ya es hora de que vaya buscando un nuevo cuaderno.

T-Bone Walker - Don't Throw Your Love On Me So Strong

........ Sintiendo el verdadero blues.




Don't Throw Your Love On Me So Strong
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Hey baby,
Don’t throw your love on me so strong.
Hey baby,
Don’t throw your love on me so strong.
Yeah, your love is like a faucet,
You can turn it off and on.
Hey baby,
I like what you been puttin` down.
Hey baby,
I like what you been puttin` down.
Oh, but you can search the whole world over
And no love like yours can be found.
Well, someday baby,
Baby when you change your mind.
Well, someday baby,
Baby when you change your mind.
You can search the whole world over for me
And I’ll be hard to find.

martes, abril 14, 2009

A horse with no name


"The heat was hot and the ground was dry
But the air was full of sound."
Dewey Bunnell
(America)
En el desierto no hay dioses ni amos,
nombres ni apellidos.
Aquí todos somos arena, viento y olvido,
ofrendas a un sol salvaje.
Aquí los gritos son ecos inútiles,
relinchos de caballos que no existen.
Aquí los labios se nos quiebran como barro
para abonar el polvo con la sangre.
Aquí el tiempo se incendia en nuestras manos
y no hay lágrima que lo apague.
Aquí tu rostro insiste en ser oasis
pero la memoria no es más que un espejismo.
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Carla Badillo Coronado
De "Va por cuenta del destino"
(inédito)
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*la foto me la tomó Sage, en aquel pueblo fantasma.

lunes, abril 13, 2009

La invención de la soledad - Paul Auster

(Fragmento)
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"Supongo que es imposible entrar en la soledad de otro. Sólo podemos conocer un poco a otro ser humano, si es que esto es posible, en la medida en que él se quiera dar a conocer. Un hombre dirá: "tengo frío", o temblará, y de cualquiera de las dos formas sabremos que tiene frío. Pero ¿qué pasa con el hombre que ni dice nada ni tiembla? Cuando alguien es inescrutable, cuando es hermético y evasivo, uno no puede hacer otra cosa que observar; pero de ahí a sacar algo en limpio de lo que observa hay un gran trecho.
No quiero dar nada por sentado.
Él nunca hablaba de sí mismo, nunca parecía que hubiera nada de lo cual pudiera hablar. Era como si su vida interior lo eludiera incluso a él.
No podía hablar de ello y por lo tanto se refugiaba en el silencio.
Y si no hay nada más que silencio, ¿no será presuntuoso que hable yo? Sin embargo, si hubiera habido algo más que silencio, ¿acaso habría sentido la necesidad de hablar?
Mis opciones son limitadas. Puedo permanecer en silencio, o hablar de cosas que no pueden probarse. Al menos quiero presentar los hechos, ofrecerlos de la forma más directa posible y dejarlos decir lo que tengan que decir. Pero ni siquiera los hechos dicen siempre la verdad.
Era de una neutralidad tan implacable, su conducta era tan absolutamente predecible, que todo lo que hacía resultaba sorprendente. Uno no podía creer que existiera un hombre así, sin sentimientos, que esperara tan poco de los demás. Pero si no existía ese hombre, entonces había otro, un individuo oculto tras aquel que no estaba allí, y el asunto es encontrarlo. Siempre y cuando esté ahí para que uno lo encuentre."
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Paul Auster, La invención de la Soledad. Traducción: M. Eugenia Cioccisini. Edhasa, Barcelona, 1990.

domingo, abril 12, 2009

Mis días al pie del Taita Imbabura (II)

No. Jamás he sentido un aire semejante al que sopla entre las montañas de la serranía andina. Los Andes exhalan un viento único, un viento frío que nos recuerda que todavía estamos vivos. Incluso cuando por momentos nos golpea fuerte en la cara, ese viento no deja de ser pacífico. Por eso, cada vez que quiero que alguien me sacuda con fuerza la mente y el cuerpo, me escapo a un lugar como este, donde las montañas son sabias consejeras y el viento el mejor de los amantes.
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Así como algunos juegan a encontrar respuestas en las figuras que forman las nubes en el firmamento, otros las buscan en sus dioses, otros en su conciencia, y otros -quizá los más divertidos- en la barra del bar de siempre. Por mi parte, me gusta muchísimo escuchar y descifrar los sonidos del viento, amante fiel con el que puedo compartir horas de horas y no cansarme. Viendo parcelas, jardines y senderos tan bellos como este, lamento no pintar. Nunca fui buena para trazar figuras y darles forma. He sido muy torpe para las artes plásticas. Definitivamente los colores los reservo a mis sentidos, para luego hacer del papel el óleo, de mi pluma el pincel y del verso el retrato.
La cabaña es de madera y ladrillo. Me gusta. Es cómoda y tiene un balconcito por el que puedo salir y gritar como una chiquilla invadida de tanta felicidad frente a tanta grandeza. Estiro los brazos y sin darme cuenta arruino el trabajo que le tomó -quién sabe cuánto tiempo- a una laboriosa araña. Debió ser un gran esfuerzo, pues la telaraña era considerablemente grande. Tanto esfuerzo -dirá la araña- para que una desconocida venga, se desperece, y sin más... me dejé en la calle. Leña, papel, fósforos. Nuevamente a llenar de cenizas mis manos para calentarme con el fuego. Té caliente de un lado y del otro mis libros. Afuera los patos no dejan de cantar. Ya empiezo a reconocer su lenguaje. No estaría nada mal -pienso- convertirme en su traductora. Las llamas me miran, me huelen, me sonríen (bueno, eso último pudo haber sido producto de mi deseo). Les tomo una fotografía y siguen comiendo tranquilas. No se asustan. Saben que no represento peligro para ellas. Saben que no traigo más armas que mí cámara y mi pluma. ¡Ay animalito de páramo, animalito andino! Ellos sí que están abrigados con toda esa fibra encima. Recuerdo que Ovidio, allá en las piramides de Cochasquí, al norte de Kitu, me contaba que la carne de llama es de un aspecto semejante a la carne vacuna, pero que sus niveles de colesterol son sumamente bajos -como diez veces menor que la carne de cordero o vaca-, por lo que su consumo sería más saludable. Además de ser una alimento afrodisíaco. Pero con esa carita inocente con la que me mira, no podría comérmela.
Salgo a la carretera para encontrar algo de comida. La muchacha que trabaja cerca de la cabaña me dijo que Otavalo estaba a 5 minutos. Pero claro, a 5 minutos en auto particular, en bus tomaría algo más de tiempo, pero aún así seguiría siendo rápido. El detalle es que yo voy a pie. y ahí la cosa cambia. Sé que me tomará muchísimo más tiempo llegar a la ciudad. Pero no me importa. Es fascinante descubrir detalles que resultan imposibles metida en cualquier tipo de transporte que no sean mis pies. Además, en carreteras como esta, ocurren cosas ajenas a la ciudad. Como cruzar la calle y no tener de compañeros de vía a personas sino animales (bueno, eso también es relativo. Vayan a ver con qué animales uno se tropieza en las grandes urbes). Un borreguito, una gallina, una vaca, un perro callejero caminando a tu lado.Avanzo por el filo de la carretera. Y allá están, pequeñitas y fuertes, las mujeres secando los granos al sol. Y los hombres macheteando la leña. Los niños juguetean entre chaquiñanes y riachuelos. No tienen juguetes, quizá nunca sepan lo que es un playstation, una barbie, etc. pero su imaginación es gigante. Uno de los guaguas se cae y por las mismas se levanta, raspadito y manchado, a seguir jugando.

Todas las casitas por las que he pasado tienen maizales como muros naturales. Algunas son como de adobe, otras de ladrillo visto, otras de cemento, pero todas muy modestas. He caminado y caminado y la carretera parece no terminar. El estómago cruje, pero habrá que seguir hasta encontrar el humo de algún brasero.

Lejos de encontrar algún paradero, me encuentro con senderos y escalinatas que conducen a no- sé-donde. Me atrae la forma irregular de esas pequeñas cuevas. ¿Qué esconden? ¿Hacia dónde conducen? Este es una de aquellas veces en las que sé que estoy sola y que lo mejor no será entrar, lo mejor será que siga recto. Pero la curiosidad me gana. Y entro y subo y al poco rato descubro que se trata de otro pequeño paraíso escondido. Un césped verdísimo con decenas de mariposas revoltosas. Todas son distintas y sin embargo todas juegan juntas. Pero entre todo ese espectáculo hay una que no vuela. Sus colores me llaman la atención. Me acerco a ella, y es cierto, es muy bella, pero está muerta. Aun así, el cadáver no deja de ser precioso.
El sol está en lo más alto del cielo. Por la sombra debe ser mediodía. La quietud del paisaje me conmueve. Me acuesto sobre el cesped mientras las mariposas siguen en su ritual de movimientos. Yo sólo acompaño al pequeño cadáver que me habla a través de sus colores.