Contar con un buen librero es mejor que ir a terapia con el doctor. Uno paga la consulta y sale ganando, porque se lleva los libros a casa. Así que si están en Quito recomiendo la librería / cafetería Rocinante (Tamayo y Baquerizo Moreno) Allí adquirí "La isla de cemento" del buen J. G. Ballard y "En un vasto dominio" de Vicente Aleixandre, entre otros. Además el Carlitos me leyó quién mismo era yo a través de un bello cuento sobre unas criaturas extrañas llamadas "Los saúdes". Y hasta salí con par de libros gratis, pero esta vez no fueron robados, lo juro. ;)
INCONSISTENCIA por MARLUS LEON
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Imperfección de las horas vacías que tejen mi piel
Absorta,
huida del ser,
de la vida,
de la materia que soy...
Imposibilidad de ser otra
acumulando
di...
Hace 19 minutos


