lunes, agosto 08, 2011

Alrededor de mi medianoche

Quito, agosto 2011

Acabo de llegar a casa. Sobredosis de cafeína en la sangre. Estuve a punto de asaltar un centro comercial a la media noche, pero no lo hice. Me conformé con ser testigo de la soledad de los maniquíes. Subir y bajar escaleras eléctricas apagadas, en medio de la oscuridad, también tiene su encanto; extraño, pero placentero. Uno siente que es el último sobreviviente de un mundo que no le pertenece.