(fragmento)
El doctor Parsiván era un hombretón de de boca flácida cubierta por un bigote amarillento. Siempre vestía un mugriento chaleco blanco de cuyos bolsillos asomaban varios cigarros de esos conocidos como tagarninas. Tenía los dientes irregulares y ennegrecidos y había algo raro en su mirada. Padecía un tic en el párpado izquierdo, que caía y se levantaba exactamente igual que si el párpado fuese una persiana y alguien en el interior de la cabeza del médico estuviera jugando con el cordón.
(De Winesburg, Ohio. Ed. Acantilado. Barcelona 2009)