(fragmento)
De todas las artes, la escritura es la que presenta más obstáculos en lo que concierne a la relación mentor-discípulo. Esto ocurre, probablemente, porque a diferencia de lo que supone tomar clases avanzadas de violonchelo, por decir algo, o aprender a danzar con un coreógrafo, o ser un aprendiz en el cuarto oscuro de un fotógrafo, en la literatura hay menos técnica que enseñar, menos “ciencia” transmisible y, en consecuencia, mayor avidez de obtener la aprobación de un mago.
— De Retrato de mi cuerpo, Tumbona, 2010.