Edward Brooks, photographer
photo by CBC. Caffe Trieste 2009
.
Por un momento sentí que North Beach era una plaza vieja donde los compadres y las comadres se encontraban para anunciarse las muertes más recientes. Hoy me enteré de tres más que partieron. Entre ellos el fotógrafo Ed Brooks. -Los amigos siguen muriendo, le dije a Mark, se están yendo uno tras otro. -Pues qué esperas, respondió, si la mayoría son viejos. Murió viejo Ed. Y no haberme despedido fue culpa mía. Por pendeja. Por no haber ido al hospital. Murió Ed y no pude entregarle la pintura que traje de Kitu. Una reproducción de "Las manos de la ternura" de Oswaldo Guayasamín. Desde la primera noche en que conocí a viejo Ed, sentado en Specs con su bastón y sus fotografías dispersas por la mesa, me llamaron la atención sus manos. Se lo dije: "tienes las manos de un pintor de mi país, o mejor dicho de sus pinturas". Y era cierto. Las manos de Ed eran enormes. Dedos gruesos y uñas cuadradas. Desproporcionadamente bellas.
.
Ed era un buen tipo. Siempre que lo encontraba me contaba alguna de sus historias. Me gustaban especialmente aquellas que sucedieron durante el tiempo en qué retrató Vietnam. Siempre fue muy tranquilo conmigo. Y para vivir en North Beach se veía muy normal. Ahora me entero que fue paranoico y esquizofrénico. Jorge, su roommate, dice que Ed vivía creyendo que alguien entraba en su departamento cuando no estaba y movía las cosas de un lugar a otro, incluso afirmaba que alguien le trataba de envenenar y por ello cambiaba las chapas de las puertas constantemente. Ed me recordó a mi abuela y entonces lo sentí más cercano.
.
Hoy encontré una foto que le tomé hace algunos meses, mientras sostenía un periódico y bebía un capuccino en Caffe Trieste. Fue el mismo día que Brooks nos sacó un par de fotos a Mark y a mí en el mismo lugar. Fue la última vez que lo vi. Fue la última vez que toqué sus grandes manos. Fue la última.
.
Hoy empieza abril con un hoyo en el cielo. Un cuerpo menos en este barrio. En esta plaza vieja. En esta plaza-madre. En esta madre- tuerta. Y mudos, también los muertos /pronuncian las palabras de los vivos. Lluvia. Frío. Grito. Tiemblo.