
(fragmentos)
Tras la pérdida de mi último diario en el taxi de aquella noche (y luego de convencerme de que ya nadie me lo devolvería) Jorge Andrés me sorprendió hace poco regalándome un hermoso diario azul, uno que él mismo diseñó para mí. Estoy sorprendida y triplemente emocionada, no tenía ni la más mínima idea de que me daría algo así. Debo admitir que supo despistarme muy bien (se nota que ama el suspense y no es poco lo que todas esas novelas negras a las que ama han dejado en él). El otro día, durante la fiesta de cumpleaños de mi hermana, JA me indicó el que supuestamente sería mi único regalo, otra joyita: nada más y nada menos que el libreto de la ópera "La Bohème" de Puccini (1896), él mismo que está en italiano antiguo y español, y que además incluye la historia de la obra y dos cds con la ópera completa. Me emocioné mucho porque además de atraerme la obra, me evoca a lugares tan queridos como Caffe Puccini y Hotel Boheme en San Francisco. Todoslosnombresestánrelacionadosentresícomounacadenadesdeeliniciodelostiempos,desdelaprimeraluz. Todo esto es muy extraño para mí.
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Este es un bar, pero bien podía ser una cueva. Me gustan las cuevas. Esta en la que ahora estamos tiene la pared azul y las mesas de madera. Suena nuevamente never tear us apart de INXS, pero esta vez en mi cabeza. Luego de las sorpresas, la gente ya no me incomoda.
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yo le entregué un libro de fotografía de los años 20.
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De repente extendió su mano y me entregó lo que parecía un libro. Un libro grueso y de tapa dura. Me dijo que lo había encontrado en la calle y que quería regalármelo. Cuando vi la tapa decía ARMENSALLÉ JUL y más abajo: POR CARLA BADILLO CORONADO. No entendí nada. Primero fue el desconcierto, luego la emoción. En efecto, se trataba del mismo diario sobre el cual ahora escribo estas letras. Me hizo muy feliz, inmensamente feliz, cómo negarlo. No era sólo el hecho de que me haya regalado un diario sino que lo haya mandado a hacer bajo ciertas características específicas (los detalles son características imprescindibles de toda gran novela, y, en el género policial, son ssimplemente determinates). Desconozco cuántas páginas lo conforman, pero a simple vista son muchas, muchísimas, las suficiente como para llenar un buen tramo de mi vida. Trazo la primera palabra, despacio, como si dibujara la primera rama de un árbol infinito.
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Luego JA me explicó que Armensalle Jul significa "libro azul" en caló antiguo (me imagino que lo sacó del diccionario que le pertenecía a su madre, me encantaría que fuese así). Las páginas se dividen en dos tipos de hojas: unas delgadas para escribir, y otras, las más gruesas, ideales para dibujar. Este detalle también es especial porque de alguna manera JA me ha motivado a intentarlo. Pero no estoy segura de hacerlo, creo que no soy buena para ello, y quizá por eso me detengo, y más bien admiro a quienes sí están destinados a ellos. JA lo hace muy bien. Cualquiera podría entregarle una pluma en este instante y él podría dibujar eso y más, lo visible y lo no visible, y ahí está el secreto de todo vidente.
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Profanar sin profanar. Tengo, a manera de dedicatoria, un primer dibujo suyo en la primera hoja. Es un búho, bello e imponente. Y bajo su pata (dándole la vuelta podría ser otro animal) está un mundo. EL MUNDO. Entre los puntos se leen letras, oraciones, ¿mantras?. Leo palabras como destellos, destellos como sentencias. Qué luminosa la palabra "tiempo" debajo de una garra. Qué enorme se lee la palabra "hechizo" en el fondo de un vaso.
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Ya no temblar de miedo. Tampoco de angustia. Después de tantos días temblar de emoción. Apretar la pluma como se aprieta el gatillo. Con una seguridad que espanta. Espanta y fascina. Porque el libro se vuelve a abrir. Y la tinta vuelve a correr.