¡Madre mía, qué locura! Todavía
lo estoy asimilando. Ayer fue la novela, hoy la poesía. Amigos queridos, hace
poco me informaron desde España que gané el XXVIII Premio Intenacional Loewe de
Poesía - Creación Joven, con mi poemario el 'Color de la Granda' (dedicado al poeta armenio del siglo XVIII: Sayat Nova), uno de los
reconocimientos más prestigiosos en lengua española.
Es muy chistoso porque el jurado, tras el fallo, trató de comunicarse conmigo por teléfono, pero como ya saben, esta poeta no tiene teléfono. Y bueno, terminé llamando yo desde una cabina. Al escuchar la nómina del jurado fue un gran incentivo, así como su lecturas y apreciaciones respecto a mi obra, sobre todo luego de enterarme que fueron 801 manuscritos procedentes de 29 países!!!
En la categoría internacional resultó ganador el poeta cubano Víctor Rodríguez Núñez (1955), y en la categoría Creación Joven, esta servidora. Es la primera vez que Ecuador gana este Premio. Y bueno, en esta ocasión hay metálico, porque sí señores, a un poeta no le caen mal unas cuantas monedas para no tener que preocuparse de la fuckin' plata —al menos por un rato— y poderse centrar en cosas realmente vitales. Lo más bello: mi libro aparecerá publicado en los próximos meses bajo el sello de la Editorial Visor.
En marzo viajaré a España a recibir el Premio.
Estas son algunas impresiones del
jurado:
Antonio Colinas, en nombre del
jurado, se sorprendió de la sobriedad de los poemas de la autora en un
continente que suele tender poéticamente hacia textos torrenciales. Destacó la
madurez de una autora de 30 años, que se ha enfrentado de una manera brillante
al binomio muerte-vida, de larga tradición, y ha forjado poemas de gran
sabiduría con un estilo sentencioso, impropio de su edad.
"es un libro de una gran
madurez y concisión, que decanta temas eternos, pero con una gran frescura
expresiva y originalidad para la edad de la autora”
"'El color de la granada' es
un libro que emplea con gran habilidad la simbología. Sus textos son breves y
rotundos: 'preparado estoy para el camino a solas / haré de mi laud bastón /
pues la música jamás se equivoca"
«El color de la Granada», es un
libro «lleno de simbolismo, como las 365 semillas que posee una granada».
«El símbolo es capital en este
libro, como lo es la infancia, la juventud, el fuego o el silencio. Habla del
misterio de la vida, pero tiene dos características, madurez y concisión. Es un
libro que posee también un sustrato de sabiduría».
Sé que no es usual dos
reconocimientos importantes en dos días seguidos, pero créanme que no, no es
suerte, señores, se llama vocación, pasión, obsesión, entrega, muchísima
lectura, autocrítica, trabajo, mucho trabajo, rigor, libertad de creación,
curiosidad, resistencia, convicción y lucha. Lucha sobre todo contra mis
propios demonios. La escritura es mi herramienta para no flaquear en la tarea
de conocerme, de conocer el mundo, de traducirlo a través de mis ojos. De
aportar algo. Quizá Luz.
De trastocar.
¡Salú!
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