viernes, mayo 22, 2015

Los ingrávidos - Valeria Luiselli



(fragmento)

Supongo que la diferencia entre ser joven y viejo radica en el grado de frivolidad con el que nos relacionamos con la muerte. De joven, era tal mi desprecio por la vida que me iba provocando muertes cada vez más opulentas. Lo jodido es que ahora, que preferiría estar vivo nomás, me he provocado una muerte lenta, humillante y aburrida. Mis muertes en Manhattan eran rápidas y venían de fuera: un subway me partía los huesos del cráneo: un negro me enterraba un cuchillo a la salida de un bar; me estallaba el apéndice a media noche; me dejaba caer a una calle desde el último piso de un edificio del Distrito Financiero. Pero la muerte en Filadelfia se me acerca como un gato mustio, me embarra el culo contra la pantorrilla, me lame las manos, me araña la cara, me pide de comer; y yo le doy de comer.

(De 'Los ingrávidos'. Valeria Luiselli. Ed. Sexto Piso. Madrid, 2014)