Hoy inventé un sol para mi desolado barrio. Visité una librería de viejos que antaño quise comprar. Entré en un Café sin rocola ni piano viejo. Camuflé whisky en mi taza de expreso. Un tipo preguntó si mis botas rojas eran de fuego. Seguí mi camino, cantando y silbando bajo la lluvia. En el autobús escuché conversaciones ajenas. Ya en casa me refugié, una vez más, en mis amantes de papel y tinta.  Finalmente inventé una luna para alumbrar ausencias.  Ahora escucho Lou Reed
NOS SIRVE EL GESTO
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si el bosque
no da setas
nos vale el liquen
si la vida no
nos sonríe
nos sirve el gesto
si los políticos
nos mienten
nos sobra la fe
en nosotros
en voso...
Hace 13 horas

