domingo, octubre 10, 2010

Cucurrucucú - Caetano veloso


Dicen que por las noches no más se le iba en puro llorar 
dicen que no comía, 
no más se le iba en puro tomar.
Juran que el mismo cielo 
se estremecía al oír su llanto 
cómo sufrió por ella, y hasta en su muerte la fue llamando: 
Ay, ay, ay, ay, ay cantaba / ay, ay, ay, ay, ay gemía. 
Ay, ay, ay, ay, ay cantaba / de pasión mortal moría. 

Que una paloma triste muy de mañana le va a cantar 
a la casita sola 
con sus puertitas de par en par; 
juran que esa paloma 
no es otra cosa más que su alma 
que todavía espera 
a que regrese la desdichada. (...)