lunes, abril 13, 2015

Galeano / Grass


Hoy murieron dos buenos escritores: Eduardo Galeano y Günter Grass. Seres enormes a quienes despido con respeto y gratitud desde este rincón. 

Iba a colocar únicamente un par de fragmentos de ambos, pero dada la inmensurable información que sobre ellos se reproduce en la red (y que observo de reojo, mientras escribo este post) uno se encuentra con textos muy interesantes, valiosos (algunas entrevistas inéditas que me alegraron el día); y otros, francamente, deplorables; escritos desde el cliché y de la necesidad de resaltar la efemérides, algunos de ellos descalificándolos sin mayor argumento. 

Es por esos últimos que he querido compartir estas lúcidas líneas que el poeta argentino Mario Arteca escribió en su muro de facebook. Para ello me tomo el atrevimiento de copiarlo aquí, aunque dado el tema —que es de carácter público—, y lo generoso que suele ser Mario, seguro que lo acepta gustoso y hasta puede que llegue —al igual que yo— a empuñar la copa por estos dos monstruos. 


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No pensaba escribir nada sobre las muertes de Galeano y Grass, pero como leo cada pseudo intelectual conservador acreditando referirse a estos dos autores sin haberlos leído y sin tener referencias reales sobre su obra (mucho Fernández Díaz, mucho Aguinis, etc.) quiero decir un par de cosas. Eduardo Galeano fue un importante escritor que supo darnos, como Cortázar, la idea de cómo ser escritor, y sin embargo rescato "Violencia y enajenación", editado por Nuestro Tiempo, que es una colección de crónicas y reportajes, cuando él se hacía llamar Hughes (o bien Gius), y del cual él mismo no reconoce su autoría. Esa cosa sentimental puesta en escritura fue fabulosa en nuestra época, un Haroldo Conti sin literatura. A "Días y noches de amor y de guerra", editado por Catálogo, lo rescato por la emoción de relatar sus momentos en Crisis y dar testimonio de violencia política del momento. Sobre Grass, rescato "El tambor de hojalata", "El juego del gato y el ratón", "Encuentro en Telgte" y "A pasos de cangrejo", del que escribí una reseña en Bazaramericano, hace unos años, y que funciona como una autobiografía sobre su época adolescente manejada por el hitlerismo. Siempre digo lo mismo: puedo no coincidir con Galeano en lo formal (no en lo ideológico, que quede claro) o con Grass, pero si alguno de los que escribimos llegamos a que nuestra muerte se recuerde, es porque alguna instancia de nuestra escritura arribó a un sitio donde nunca se pensaba llegar. Menos mal: el arte del artificio es resolver lo concreto como si fuera una realidad por inventar. Discutible, no siempre creíble. Gracias Edu, Günter, lo hicieron, y hace rato.

Mario Arteca.