Siempre me ha intrigado San Jerónimo, patrón de los traductores. Y esta imagen suya, tan introspectiva, me encanta. Él cráneo, los libros y su avejentada apariencia en medio de un cuarto sombrío. Falta el león, desde luego, que es otro de los símbolos que lo acompañan; según la leyenda, porque una vez logró domesticar a dicho animal, luego de que el experto en latín le curara, sacándole una astilla que se le había implantado en la pata.
DECADENCIA
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*Je suis l’Empire*
*à la fin de la décadence*
*Paul Verlaine*
el césar mueve
el pulgar hacia abajo
y todos son malos
gladiadores
jueces obreros
el césa...
Hace 15 horas