Me repugnan las jerarquías (y pensar que ahora tengo que lidiar con ellas a diario). Lo mejor de todo, en efecto, siguen siendo los viajes, la gente de cada pueblo al que llego. Mar. Selva. Montañas. Hoy por la noche a la carretera, y mañana amanecer en el Valle de gente negra y pura. Bomba. Calor. Leyendas. Y conocer personalmente a Jorge Luis, amigo al que (re) encontraré entre historias de música, esclavitud y puentes de tierra.
CIUDADES QUE LLORAN por FRANCISCO ROJAS
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Dicen que si te vas llora Madrid, que ya no sabe el mar de Asturias igual,
que en la parte antigua grita San Jorge desconsolado. Que yo, dicen que yo,
an...
Hace 2 horas