
Bueno, no se ha ido a ninguna parte, no es que pensemos eso. Tres cuartas partes de mí estaban muertas. Encendí la tele. Había un anuncio. ¿SE ENCUENTRA SOLO? ¿DEPRIMIDO? ANÍMESE. LLAME A UNA DE NUESTRAS HERMOSAS CHICAS. ELLAS ESTÁN DESEANDO HABLAR CON UD. CÁRGUELO A SU TARJETA VISA O MASTER CARD . HABLE CON KITTY O FRANCI O BIANCA. LLAME AL 800-435-8745.
Aparecieron las chicas. Kitty era la mejor. Di un trago al escocés y marqué el nñumero.
-¿Sí? - era una voz masculina. Sonaba como mala leche.
-Kitty, por favor.
¿Tiene ud 21 años o más?
-Más- contesté.
-¿Mater o Visa?
-Visa.
-Déme su número y fecha de vencimiento. Y también su dirección, número de teléfono, número de la seguridad social y del carnet de conducir.
-Eh, ¿y cómo sé yo que no va a usar toda esa información en su propio beneficio? O sea, ¿cómo sé que no me va a joder vivo? ¿Que no va a usar esa información para obtener cosas?
-Oiga, amigo, ¿quiere hablar con Kitty?
-Creo que sí.
-Nosotros nos anunciamos por televisión. Llevamos 2 años en este negocio.
-Está bien, espere a que busque todo ese rollo en la cartera.
-Amigo, si no te gustamos, a nosotros tampoco nos gustas tú.
-¿Y de qué me va hablar Kitty?
-Le va a gustar.
-¿Cómo sabe que me va a gustar?
-Oiga, amigo...
-Vale, vale, espere un momento...
Le di la información. Hubo una pausa considerable mientras investigaban mi crédito. Después oí una voz.
-¡Hola cariño, soy Kitty!
-Hola, Kitty, me llamo Nick.
-Mmm, ¡tienes una vos tan sexy! ¡Me estoy poniendo un poco cachonda!
-¡Venga ya!, mi voz no es sexy.
-¡No te hagas el modesto!
-No, Kityy, no soy modesto...
-¿Sabes?, me siento muy cerca de ti! Me siento como si estuviera acurrucada en tu regazo, mirándote as los ojos. Yo tengo los ojos grandes y azules. Te inclinas hacia mí, ¡como si fueras a besarme!
-¡Y una mierda!, Kitty, estoy sentado aquí solo sorbiendo un whisky escocés y escuchando la lluvia.
-Escucha, Nick, tienes que usar la imaginación un poquito. Déjate ir y te sorprenderás de lo que podemos hacr juntos. ¿No te gusta mi voz? ¿No la encuentras bastante... mmm, sexy?
- Sí, bastante, aunque no demasiado. Parece como si estuvieras acatarrada. ¿Has cogido frío?
-Nick, Nick, cariño mío, ¡estoy demasiado caliente como para coger frío!
-¿Qué?
-¡He dicho que estoy demasiado caliente como para coger frío!
-Bueno, parece como si hubieras cogido frío. Quizá es que fumas demasiados cigarrillos.
-Yo sólo fumo una cosa, Nick?
-¿Qué, Kitty?
-¿No lo adivinas?
-No...
-Baja la mirada, Nick.
-Vale.
-¿Qué ves?
-La copa. El teléfono...
-¿Qué más, Nicky?
-Los zapatos...
-Nick, ¿qué es esa cosa tan grande que está ahí empinada mientras hablas conmigo?
-¡Ah, esto!¡Es mi barriga!
-Sigue hablando conmigo, Nick. Sigue escuchando mi voz, piensa que estoy ahí , en tu regazo, tengo el vestido un poco levantado, se me ven las rodillas y los muslos. Tengo el pelo largo y rubio. Me cubre toda la espalda. Piensa en ello Nick, piensa en ello...
-Está bien...
-Vale, y ahora ¿qué ves?
-Lo mismo: el teléfono, mis zapatos, la copa, mi barriga...
-¡Nick, que malo eres! Tengo muchísimas ganas de ir ahí y darte un buen azote! ¡O talvez te deje que me azotes tú a mí!
-¿Qué?
-¡Fuerte, fuerte, Nick!
-Kitty...
-¿Sí?
-¿Me disculpas un momento? Tengo que ir al cuarto de baño.
-Ay, Nick, ¡ya sé lo que vas a hacer! ¡Pero no tienes que ir al cuarto de baño para hacerlo, puedes hacerlo mientras hablas conmigo!
-No, no puedo, Kitty. Tengo que hacer pis.
-Nick- contestó ella-, ¡hemos acabado esta conversación!
Colgó.
Fui al cuarto de baño y oriné. Mientras lo hacía, aún podía escuchar la lluvia. Bueno, fue una mierda de conversación, pero al menos me había hecho olvidar al Gorrión Rojo y otros asuntos. Tiré de la cadena , me lavé las manos, me miré al espejo, me guiñé un ojo y regresé a mi escocés.
Charles Bukowski, Pulp, Traducción de Cecilia Ceriani y Txaro Santoro, Ed. Anagrama, Barcelona, 1997.