Sigue sonando Bach,
rodando Bach, brillando Bach como esa luz púrpura que emana del
árbol que cuido cada noche. Estoy dirigiendo una orquesta anónima y
silente. La batuta es una llave que tiene la potestad de abrirlo
todo. ¿Qué pensaría el maestro si me viese a esta hora dando
vueltas sobre el ring de sus partituras? -No sé tocar, le digo. "No
sepas", responde. "Sólo siente". Veo salir alcaloide
de mis manos. Música líquida. Me entrego a la música. Hay acordes
que parecen luces fatuas y que me dejan ciega de tanta belleza. Voy a
escribir una novela musical disfrazada de poema. Comenzará así:
"Benditos los insomnes, porque de ellos heredé la locura."
(¿En qué sueña mi abuela con los ojos abiertos? ¿A qué techo le
habla mi madre?). Entonces me callo y comienza por dentro la
orquesta. Ven. Coloca tu oreja sobre cada uno de mis órganos.
Escucha. Son instrumentos. "No dejes de escribir, me dicen. No
dejes de buscar el silencio". Entonces me callo y en seguida
estalla la orquesta. Sigue sonando Bach, rodando Bach, brillando Bach
en este poema que no existe, pero que alguien -en su sagrado
insomnio- escucha.
EL PUEBLO EN LLAMAS
-
el pueblo engañado
el pueblo expropiado
el pueblo acosado
el pueblo manipulado
el pueblo desahuciado
el pueblo agotado
el pueblo dominado
el pueblo quemado...
Hace 17 horas