domingo, septiembre 30, 2012

Mientras escribo - Stephen King




Las clases o seminarios de escritura son tan poco "necesarios" como este libro o cualquier otro sobre el oficio de escribir. Faulkner lo aprendió trabajando en la oficina de correos de Oxford, Mississippi. Hay otros escritores que han asimilado lo básico estando en el ejército, trabajando en una fundición o haciendo vacaciones en una cárcel cuatro estrellas. Yo aprendí la parte más valiosa (y comercial) de lo que sería mi oficio lavando sábanas de motel y manteles de restaurante en la lavandería New Franklin de Bangor. La mejor manera de aprender es leyendo y escribiendo mucho, y las clases más valiosas son las que se da uno mismo. Son clases que casi siempre se imparten con la puerta del estudio cerrada. Los debates de los seminarios pueden revestir gran interés intelectual, y no despreciemos su aspecto divertido, pero también es verdad que suelen irse por los cerros de Úbeda, muy lejos de la simple mecánica de la escritura.
  
Stephen King. Mientras escribo (2000)

sábado, septiembre 29, 2012

Double Rainbow in San Francisco



Por cosas como esta también amo esta ciudad. Ayer, mientras estaba en Caffe Trieste, se formaron en el cielo dos arociris, uno más visible que otro, extasiada, por tal regalo del cielo, lamenté no tener una cámara, y como si fuera una película, Mark apareció en uniforme, en la patrulla, y me dijo que subiera. Qué locura. Me entregó su cámara y pude sacar estas fotos mientras manejaba. A pesar de que la imagen no muestra toda la intensidad de los colores del arcoiris, puden tener una gran idea de lo que se sintió. Al volver al Café, la escena fue aún más surreal, pues había un Elvis Presley, con su traje de luces, cantando Suspicius mind. ;)




miércoles, septiembre 26, 2012

Sixto Rodriguez - Searching for Sugar man




Hace poco Mark y yo fuimos al Clay Theater (uno de los teatros más antiguos de San Francisco), para ver "Searching for Sugar Man", un documental sobre la interesante historia de Sixto Rodriguez, músico y compositor de Detroit (con raíces mexicanas) que en los años 70 grabó dos discos, de una calidad tremenda, que lamentablemente pasaron desapercibidos en Estados Unidos, por lo que Rodriguez se retiró de la música para seguir trabajando como lo que hasta entonces había hecho: cargador en demoliciones, construcción, etc. Sin embargo, del otro lado del mundo, en Sudáfrica, una muchacha llegó con el álbum del misterioso Rodriguez, y en poco tiempo R. se convirtió para ellos en un mito, llegando a ser incluso más reconocido que Elvis Presley y los Rolling Stones, y siendo fuente de inspiración para la era del Apartheid, y las nuevas bandas independientes en toda esa zona. Pero nunca se supo nada sobre la vida de Rodriguez, y hasta se pensó que se llegó a inmolar en vivo mientras cantaba una canción como lo sugirió una de sus letras. Pero casi 30 años más tarde alguien descubre que Rodriguez está vivo, y van en busca de él para contarle que en Sudáfrica es casi un Dios. Escéptico parte al otro lado del mundo para una gira que le tienen preparada, y al llegar, cree que con suerte acudirán 20 personas, pero la sorpresa es que un estadio lleno, con gente de todas las edades, corea sus canciones, mientras en su tierra a duras penas se vendieron 6 discos. Algunos lo comparan con Bob Dylan, pero para mí Rodriguez es más potente en lírica, voz y música. Más auténtico, Me encanta su historia, su sencillez, su grandeza. Sigue en su misma casa de hace 40 años, tiene ya 70, y en dos semanas tocará en un club de San Francisco, haré todo lo posible por asistir, y entregarle el poema que le escribí.


miércoles, septiembre 19, 2012

Cosmopolita - Durs Grünbein




Cosmopolita

De vuelta de mi viaje más largo, al día siguiente
me doy cuenta de que no entiendo de viajes.
Encerrado en el avión, durante horas inmóvil,
debajo de mí nubes que parecen desiertos,
desiertos que parecen mares, y mares
como los remolinos de nieve que uno atraviesa
al despertarse de la anestesia, y me doy cuenta
De lo que significa ambular perdido sobre grados de longitud.

Al cuerpo se le roba tiempo y descanso a los ojos.
La palabra exacta pierde su lugar. Se descubre
el timo con el cambio del más allá y el aquí
en diferentes religiones y varios idiomas.
En todas partes las pistas de despegue son igual de grises y las
habitaciones de la enfermería, igual de luminosas. Allí, en el tránsito,
donde el tiempo vacuo nos mantiene despiertos en vano,
se cumple un dicho de los bares de la Atlántida:

viajar es una anticipación del infierno.

lunes, septiembre 17, 2012

MIRAR (escenas en North Beach)


Disfruto mucho sentarme a mirar. Parece simple pero no lo es. No todo mundo sabe mirar. Sentada en esta mesa de Cafe Brioche me he llevado gratas sorpresas. Cannibal Carl nunca viene porque dice que una vez soñó que un bus se estrellaba contra el vidrio donde ahora descansa mi cabeza. Dice que es mucho riesgo sobre todo porque la parada del bus queda aquí, juntito a mi mesa, pero lo cierto es que a mí me parece una posición perfecta. Cada vez que se abren y cierran las puertas, esa actividad que parecería ofrecer las mismas imágenes monótonas de siempre, son las que me permiten repensar una serie de cosas que sin la autenticidad de esa rutina no existirían. Así como algunos disfrutan encontrar figuras de animales en las nubes, a mí me gusta encontrar similitudes entre esos pasajeros anónimos y algunos escritores, actores o músicos. Hay días en los que no encuentro ningún parecido entre unos y otros, pero también hay días, como hoy, que en menos de una hora vi a través de la ventana a un Truman Capote cuarentón moviendo la cabeza con sus audífonos puestos, a un Albert Cossery con bigote y maletín, y a un Johnny Cash extremadamente delgado, bostezando como si hubiese querido exhalar, en el acto, toda su desidia, probablemente salía del trabajo, otro tipo de Folsom Prision, hambriento, cansado, ansioso de encontrar, un día de estos, la verdadera libertad.




Ledislav Klíma


"Beauty is love kissing horror"



(Bauhaus Fotografie, Leipzig Galerie am Sachsenplatz,1983)

lunes, septiembre 03, 2012

Vernon Dalhart - Big Rock Candy Mountain


Desde este punto del planeta.







Lletraferit



photo by Mark
(City Lights Books. SF. 2011)


"Toda palabra tiene sus víctimas, sobre las que incide con violencia; a veces creo que soy víctima de todas las palabras. Sólo puedo escaparme de aquellas que escribo: me tranquilizan, me parecen admisibles. Estoy convencido de que más adelante, cuando esté muerto, ya no me alterarán, pese a que entonces, y sobre todo entonces, estarán allí."

Elias Canetti.


John Berger




"(...) Todos los poemas auténticos contribuyen al trabajo de la poesía. Y el objetivo de este trabajo incesante es unir lo que la vida ha separado, o lo que la violencia ha desgarrado. Generalmente, el dolor físico sólo se puede aliviar o detener mediante la acción. Todos los demás dolores humanos, sin embargo, se deben a una forma u otra de separación. Y aquí el alivio es menos directo. La poesía no puede reparar niguna pérdida, pero desafía al espacio que separa. Y lo hace con su trabajo contínuo de reunir todo lo que ha quedado desperdigado".

John Berger, Y nuestros rostros, mi vida, breves como fotos.

(M)

Kurt Hutton



domingo, septiembre 02, 2012

Juan Ramón Jiménez




“No pretendo, ni quiero, ni debo ni puedo acabar nunca mi obra. Mi verdadera obra es ‘obra en marcha’, ‘imajinación en movimiento’, ‘sucesión poética’. Poetizar es abrir siempre y no cerrar nunca”.