
Uffffffff... calor, sudor, hielo para continuar mi camino. Hoy estuve desde muy temprano en la puerta esperando que el cartero apareciera con el sobre de mis documentos: pasaporte, tickets y cédula de identidad. Dan Antonhy es el tipo que los encontró tirados en el parqueadero del aereopuerto de Phoenix. Vive al otro lado de la ciudad, en Peroia, y es quien durante una semana tuvo mi tranquilidad en sus manos. Por qué no me los devolvió antes, evitándome esos tres días de bloqueo mental, además de lo que tuve que pagar por el envío y una pequeña recompensa? No lo sé, pero el punto es que lo hizo y ya todo está resuelto. Sólo imaginar todo los trámites que hubiese tenido que hacer me da dolor de cabeza, empezando por regresar a Los Angeles para sacar un nuevo pasaporte, pues en Phoenix no hay consulado ecuatoriano. Esperé al cartero un buen rato, pero nada; y esperar en Fountain Hills es como ser parte de un juego virtual, de un holograma, en el que de repente alguien lo pausa y entonces todo se detiene. Todo, excepto tú. Todo permanece inmovil y seco. Por eso aquí el tiempo te engaña, juega contigo. Oh, sí, amigo, aquí todos: cactus, rocas y pencos, te volverán loco si no aprendes hablar su idioma, el idioma del desierto.
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Fue inevitable no pensar en el viejo Chinaski mientras esperaba al cartero. Recordé las historias con las que me atrapó desde un comienzo. Directo y afilado. Cartero fue el primer libro que leí de Bukowski. Por eso no puedo negar que sentía cierta curiosidad por conocer al cartero que estaba por llegar a casa. Sé que era absurdo asociar las historias de Chinaski con las de un desconocido. Pero sentía curiosidad. Pensé preguntarle cómo iba todo al interior del US Post Office... pero desistí. Seguro me hubiese mirado como bicho raro diciendo: Hey, linda, ese no es asunto tuyo. Pensaba además en cuántos chinaskis anónimos trabajan actualmente en el correo. Pero ninguno como el viejo indecente. Seguro que habrán muchos borrachos y jugadores, y hasta es posible que de vez en cuando escriban algo medianamente bueno. Pero estoy segura de que ninguno de ellos se atreve a tocar otra puerta que no sea la de la casa a la que entregará la siguiente carta. Todos van en la dirección que el sobre dicta. Nadie intenta desafiar nada. Parecería que las órdenes las reciben del mismo Bukowski que desde algún lugar su voz les repite: Don' try. Y entonces la mayoría de ellos se deja convencer por el viejo. Don't try. Y la mayoría morirá sin intentarlo.
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Canto la del salsero Ruben Blades "la vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida, ay dios". Miro hacia atrás, varios meses atrás, y me río. Me acuerdo de aquellos días en los que no quería salir del cuarto, en los que mi piel había empezado a palidecer porque el sol ya no me tocaba. En los que mi voz era opaca. Y me río. No importa, ya no importa lo que pasó, hoy estoy aquí con mi sonrisa reflejada en la arena. Sí, la arena también puede ser un espejo, también puede quebrarse y atrapar parte de mi alma. Carajo que la vida me da sopresas. Cuando vine de Kitu, aquella madrugada antes de viajar, me llegó un comentario a mi blog de alguien que me decía que me segui la pista, que le gustaba los contenidos de mi blog, en fin.... Me agrado su mensaje, pero seguía siendo un fantasma. Ya no lo es. Enrique es un pintor ecuatoriano que vive desde hace 7 anos en California, en Berkeley, al lado de San Francisco. Me llamó la atención su comentario porque se dio el tiempo necesario para llenar unas cuantas lineas que no eran para nada vacías. Me dio buena vibra, y me alegró saber que se siente a gusto cada vez que entraba a esta tierra firme. Como es lógico se enteró que iría a San Francisco y quiso entregarme alguna pintura suya. El punto es que no alcancé a responderle y ya aquí el acceso a internet se me hizo casi imposible. Luego ocurrio lo de mis papeles y mis planes probablemente cambiarían. Era probable que mi ruta hacia San Frisco se detuviera, las cosas se complicaron. Y entonces pudimos entrar en contacto. Y se ha portado de maravilla, paradojicamente el viajara muy pronto a Kitu y yo a San Francisco, nos cruzaremos. Pero ya habra tiempo de intercambiar algun cafe. Yo con Enrique estoy muy agradecida pues me ha puesto a disposicion un lugar en casa de sus padres, ademas su hija, Sara, que es mas o emnos mi contemporanea, tambien vive en Berkley y llega hoy de Ecuador, en donde anduvo recorriendo un tiempo por vacaciones. Sara tiene casi mi edad y estudia teatro. Me hubiese encantado encontrarme con Enrique aquí, el esta empapado de todo el movimiento artistico al lado de la bahía. Pero bueno, esta Sara, que segura tendra cosas que contarme, callejones por los cuales acompañarme. Ya siento la brisa!! Hoy hable con Enrique y me comento que hay una exposicion muy buena de Frida Kalho y sus pinturas en el Museo de Arte Contemporaneo, le dije que justamente ese es uno de los eventos que mas me motiva. Esta noche ire a la estacion de Greyhound a tomar un bus hacia Nuevo Mexico. Quise que fuera hoy. Saldre a las 23h00 y llegare manana a las 10 am. Manana la ruta 66 sera mia. Toda esta semana habra un festival de danza tradicional de varias tribus y comunidades indigenas, y el sabado empieza el 5to festival anual de cine nativoamericano. Documentales, cortos y charlas de realizadores indigenas. Los proximos dias ire a Santa Fe y a otros pueblos de ese Estado. A mi regreso pasare un par de dias y luego partire a San Francisco. Gracias, Enrique, yo soy muy grata, y lo que has hecho por esta mujer andina... no lo olvidare.
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Estoy emocionada, ahora estoy en Phoenix y en unas horas partire hacia Albuquerque. No conozco a nadie alla, omejor dicho conozco a nadie y conozco a todos. Ese territorio me llama. Me sera familiar, solo en el sector que estare, a lo largo del Rio Grande, habitan 19 comunidades indigenas. Llevo conmigo un par de libros que saque de la Biblioteca Publica de Fountain Hills. Dos guias para viajeros, incluyen mapas y recomendaciones. Ademas viene con pequenos datos curiosos. Por ejemplo, me entere escuela Los Alamos Ranch, en Nuevo Mexico, en 1930, de la cual fue expulsado por su tendencia homosexual. Llevo mi mochila y algunas provisiones de comida. Manana, apenas ponga un pie en la calle ire directo hacia una hostal que averigue es conveniente... queda en plena Ruta Madre, en plena Ruta 66. Se llama Route 66 hostel y es exclusiva para viajeros y estudiantes por lo que es mas barata y segura, no tienen grandes televisores pero tienen una salita con algunos instrumentas, una guitarra y una armonica. Ademas tienen una mini biblioteca y cafe gratis todo el dia, para que mas. Aaah, la vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida, ay dios. Y si les contara una nueva y muy muy buena noticia que hasta ahora me tiene saltando. Pero eso sera a mi regreso. Solo adelantar que se trata de una nueva ruta en mi itinerario aqui en USA. Otra persona clave on the road, un contacto que Taruka hizo desde Kitu. En realidad sonmas de una buena noticia, una tiene que ver con esa nueva posible ruta y otra me la ha dado mi madre con respecto al grupo de danza en el que bailamos. Ayer llovio, algo que aqui es casi casi un milagro. Es lo que los lugarenos llaman el Monsun, y es que en el desierto de Sonora llueve aproximadamente 8 veces al ano. Y yo pude ver ayer las nubes teniedo compasion de nuestras frentes. De eso tambien hay una historia por escribir, los personajes estan donde uno menos lo espera.
